México.- Hace menos de un siglo que las infecciones bacterianas eran una de las principales causas de muerte. El descubrimiento de los antibióticos ha sido uno de los hitos más grandes en la historia de la humanidad, permitiendo en gran medida el desarrollo de la medicina moderna. Los antibióticos no solo han sido esenciales para el tratamiento de infecciones bacterianas, también son necesarios para la prevención de estas infecciones después de cirugías y diversos procedimientos médicos. El uso de antibióticos en animales también se extendió rápidamente, desafortunadamente de forma desmedida, tanto para prevenir infecciones bacterianas como promotores de crecimiento de animales. La cantidad de antibióticos que se usa para animales es mucho mayor que la usada para la salud de humanos. La administración constante de dosis bajas de antibióticos a los animales favorece la selección de bacterias resistentes a estos antibióticos; de manera preocupante, la mayoría de los antibióticos usados en animales son los que se usan también para humanos.

Resistencia a antibióticos

Los antibióticos afectan procesos celulares básicos para el crecimiento o sobrevivencia de las bacterias. La resistencia a los antibióticos (RA) se define como la capacidad de las bacterias para evadir la acción de estos fármacos. Existen dos tipos de RA: intrínseca y adquirida. La primera está dada por las propiedades naturales que puede tener una bacteria; por ejemplo, una envoltura celular con baja permeabilidad a antibióticos. La segunda se genera principalmente por mutaciones en el DNA; por ejemplo, mutaciones que producen moléculas modificadas que ya no son reconocidas por los antibióticos. Los antibióticos ejercen una presión para la selección de bacterias resistentes; por lo tanto, cuanto mayor sea la exposición mayor será la proliferación de bacterias resistentes a antibióticos. Actualmente, bacterias resistentes a múltiples o incluso a todos los antibióticos disponibles son aisladas con alta frecuencia en las clínicas, como Acinetobacter baumannii y Pseudomonas aeruginosa. La RA representa un grave problema de salud a nivel mundial, al grado que la Organización Mundial de la Salud (OMS) la considera como una de las principales amenazas para la humanidad. Tan solo en el año 2019, la muerte de 1.27 millones de personas se atribuyeron.

Uso de antibióticos como promotores del crecimiento de animales

Poco después del inicio de su comercialización para su uso en humanos, los antibióticos se comenzaron a usar también como promotores de crecimiento de animales. Desde la década de los 40s se reportó que cuando a los pollos se les adicionaba a su alimento dosis bajas y continuas del antibiótico avoparcina, similar al antibiótico vancomicina que se utiliza en humanos, estos animales no solo se mantenían sanos, sino que incrementaban su crecimiento en alrededor de un 10%. En años posteriores, el uso de antibióticos como promotores de crecimiento fue adoptado y generalizado por los productores, hasta llegar a convertirse en algo común en la crianza de animal.

Hasta la fecha no se ha establecido específicamente cómo es que los antibióticos promueven el crecimiento de animales; sin embargo, se han propuesto principalmente los siguientes efectos: i) disminuyen la cantidad de bacterias presentes en el intestino, así hay más nutrientes disponibles para su absorción por el intestino de los animales; ii) evitan infecciones bacterianas, por lo tanto, se evita un gasto de energía de los animales para combatirlas (efecto profiláctico).

Se requiere evitar el uso de antibióticos como promotores de crecimiento de animales

La OMS elaboró un plan de acción mundial para el control de la RA. Uno de los objetivos de este plan es el uso adecuado de antibióticos en la salud animal, el cual recomienda que en la industria agropecuaria, piscicultora y alimentaria ya no se utilicen antibióticos para estimular el crecimiento de animales. Asimismo, se recomienda que se deben realizar análisis a los animales enfermos para que, en su caso, determinar el antibiótico más eficaz para el tratamiento de una infección bacteriana. Además, la OMS solicitó que cada país establezca un plan de acción para el control de la RA apegado al plan de acción mundial [4]. En Suecia está totalmente prohibido el uso de antibióticos como promotores de crecimiento desde 1968, sin que haya habido una reducción significativa en la producción de animales. En México, en el 2018 se publicó en el Diario Oficial de la Federación, la Estrategia Nacional de Acción contra la Resistencia a los Antimicrobianos, en la cual se señala el problema del uso de antibióticos como promotores de crecimiento; sin embargo, no se indica ninguna acción o política encaminada a resolver dicho problema. Sin embargo, el Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (SENASICA) anuncio que a partir del 2023 se fortalecerá la vigilancia en la cadena alimentaria para fomentar que médicos veterinarios y productores apliquen las medidas de higiene y sanitarias para reducir el uso de antimicrobianos en animales.

Alternativas para evitar el uso de antibióticos como promotores de crecimiento de animales

Es necesario la implementación de estrategias alternativas para la buena crianza de los animales. Dos muy importantes son las condiciones adecuadas de higiene en las granjas y la vacunación de los animales, con las cuales se puede disminuir las infecciones por patógenos. Adicionalmente, se puede suplementar el alimento para los animales con otros productos, como: probióticos, prebióticos y enzimas. Los probióticos son microorganismos vivos beneficiosos para la salud, mientras que los prebióticos son compuestos que favorecen la proliferación de los microorganismos benéficos. Por otro lado, diferentes enzimas pueden permitirles a los animales una mejor digestión de los alimentos.

Evitar el uso de antibióticos como promotores de crecimiento de animales, una acción de “Una Salud”

Para controlar la RA se requiere de acciones con el enfoque de Una Salud (One Health), la cual establece que la salud de los humanos, los animales y el medio ambiente está estrechamente relacionada y se debe de considerar como una sola. El uso de antibióticos como promotores de crecimiento favorece la proliferación de bacterias resistentes a antibióticos en los animales, las cuales se pueden transmitir a humanos y el medio ambiente mediante el contacto directo y/o consumo de alimentos, así como a través de los desechos de los animales. Esto aumenta el riesgo de infección por bacterias patógenas difíciles o imposibles de combatir con los antibióticos disponibles, impactando así gravemente la salud pública. Por lo tanto, es esencial considerar ya la prohibición del uso de los antibióticos como promotores de crecimiento de animales.

¿Quieres mantenerte a tanto de todas las noticias hoy en Puebla? ¡Explora más en nuestro portal ahora mismo!

Foto Especial

mala