Con 409 votos a favor y la oposición de los partidos PAN y Movimiento Ciudadano, la Cámara de Diputados aprobó la reforma a los artículos 4° y 27 de la Constitución, que prohíbe la siembra y cultivo de maíz transgénico en todo el territorio nacional. La iniciativa, enviada por la presidenta Claudia Sheinbaum, fue respaldada por las bancadas de Morena, PT, Partido Verde y PRI.

¿Por qué se prohíbe el maíz transgénico?

La reforma tiene como objetivo principal proteger al maíz nativo mexicano, considerado un patrimonio cultural y agrícola del país. Francisco Javier Estrada, diputado de Morena, expresó que la modificación busca evitar que las semillas transgénicas contaminen genéticamente las variedades tradicionales del maíz y reducir la dependencia de semillas extranjeras. Según Estrada, el cultivo de maíz en México debe mantenerse libre de modificaciones genéticas para preservar la biodiversidad agrícola.

“El cultivo del maíz en el territorio nacional debe ser libre de modificaciones genéticas… para proteger al maíz nativo de la contaminación genética y evitar la dependencia de semillas o patentes de empresas transnacionales”, afirmó el legislador.

El rechazo de la oposición

Aunque la reforma recibió el respaldo de varias fuerzas políticas, los partidos PAN y Movimiento Ciudadano se opusieron firmemente, argumentando que la iniciativa no aborda los problemas estructurales del campo mexicano y podría tener repercusiones económicas.

Fidel Daniel Chimal García, diputado del PAN, señaló que el dictamen desatiende los graves problemas que enfrenta el sector agropecuario en México, como el abandono de las tierras de cultivo y la inseguridad que afecta a los productores. “Este dictamen ignora el abandono del campo mexicano y la inseguridad que afecta a nuestros productores. La siembra se ha convertido en un riesgo de vida o muerte”, dijo Chimal.

Por su parte, Claudia Ruiz Massieu, diputada de Movimiento Ciudadano, calificó la reforma como ambigua. Señaló que la prohibición del maíz transgénico genera incertidumbre sobre la seguridad alimentaria del país y afecta tanto la autosuficiencia como las inversiones en el sector agrícola. “Es confusa y genera incertidumbre para nuestra soberanía alimentaria, la autosuficiencia y las inversiones, además de afectar a los productores del campo”, comentó la legisladora.

Impacto para la agricultura y la economía

El respaldo a esta reforma refleja un fuerte compromiso con la preservación del maíz nativo y el fortalecimiento de la biodiversidad agrícola de México. Sin embargo, las voces opositoras advierten que podría haber consecuencias negativas en términos de inversiones extranjeras, la relación con socios comerciales y el acceso a tecnologías agrícolas más avanzadas, que podrían haberse visto potenciadas con el uso de maíz transgénico.

La reforma también pone de relieve la tensión existente entre los intereses ecológicos y los económicos, especialmente en un país cuya agricultura ha sido tradicionalmente una de las más diversificadas del mundo, pero que también enfrenta desafíos en cuanto a la seguridad alimentaria y el desarrollo de infraestructura en el campo.

¿Qué sigue para la reforma?

La aprobación en la Cámara de Diputados es solo el primer paso en el proceso legislativo, y ahora la reforma será enviada al Senado para su discusión y eventual ratificación. El debate sobre los transgénicos en México sigue siendo uno de los más polarizados en el ámbito político y económico, con el país dividido entre quienes defienden la preservación de la biodiversidad y quienes buscan impulsar una mayor competitividad agroalimentaria.

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Foto cortesía

xmh