La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) atraviesa una crisis sin precedentes, con la administración del presidente Donald Trump avanzando en su plan de reducción de personal y desmantelamiento de la agencia.

Este domingo 24 de febrero, cerca de 1,600 empleados serán despedidos, mientras que el resto del personal será colocado en licencia administrativa a nivel global, exceptuando a aquellos encargados de funciones críticas y programas esenciales.

Un paso más hacia el desmantelamiento de USAID

USAID, una de las principales agencias encargadas de implementar programas humanitarios y de desarrollo internacional, ha sido objeto de un recorte radical impulsado por Trump, quien busca reducir el gasto gubernamental.

Con más de 10,000 empleados a nivel mundial, la agencia ha sido fundamental en el financiamiento de programas de salud, educación y asistencia alimentaria en países en desarrollo. Sin embargo, las nuevas medidas representan un intento claro de la administración estadounidense por recortar gastos y desmantelar parte de la infraestructura que apoya el llamado "poder blando" de EE. UU.

El 22 de febrero, la agencia había informado que todo su personal sería puesto en licencia administrativa debido a la orden ejecutiva del presidente, lo que provocó una reacción inmediata en el ámbito legal. Aunque en un inicio un juez federal había detenido dicha medida, el viernes 23, la corte levantó la orden, permitiendo que los planes de Trump continuaran adelante.

El papel de USAID y la controversia en torno a sus prácticas

USAID no solo enfrenta un desafío por la reducción de su personal, sino que también se encuentra bajo una creciente crítica, impulsada por figuras como Elon Musk, el multimillonario dueño de Tesla y SpaceX, quien ha señalado a la agencia de estar plagada de corrupción y fraude, aunque sin presentar evidencia contundente. A pesar de las críticas, la agencia sigue siendo fundamental en la implementación de la política exterior estadounidense, usando la ayuda internacional como una herramienta de influencia para alcanzar objetivos geopolíticos.

El presupuesto de USAID, que supera los 40,000 millones de dólares anuales, ha sido duramente criticado por sobrecostos y la efectividad de sus programas. Sin embargo, la agencia ha jugado un papel clave en el fortalecimiento de las relaciones diplomáticas de EE. UU. y la promoción de sus intereses globales, lo que la convierte en un objetivo para los recortes del presidente Trump.

Impacto en los empleados y en la operación global de USAID

A medida que la administración avanza con sus planes, muchos empleados de USAID, tanto dentro de Estados Unidos como en el extranjero, se encuentran enfrentando incertidumbre sobre su futuro laboral. Mientras los despidos masivos y las licencias administrativas avanzan, la agencia ha prometido cubrir los gastos de viaje para aquellos que sean enviados de regreso a casa, lo que alivia parcialmente a los afectados.

La situación de USAID refleja un cambio drástico en las prioridades de la administración de Trump, quien ha hecho de la reducción del gasto gubernamental una de sus principales banderas. Para muchos, esta medida representa una erosión en la influencia de Estados Unidos a nivel global y una amenaza a los esfuerzos internacionales por erradicar la pobreza, la desigualdad y promover la paz en diversas regiones del mundo.

Con todo esto, la pregunta que queda en el aire es si este desmantelamiento tendrá consecuencias a largo plazo en la relación de EE. UU. con los países receptores de ayuda o si, por el contrario, se convertirá en una pieza más de la visión "aislacionista" que ha definido en buena parte el gobierno de Trump.

Descubre todo sobre noticias Puebla y de todo México visitando nuestra página principal.

Foto cortesía

xmh