Este domingo, el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, se convirtió en el primer presidente en funciones en asistir al Super Bowl de la NFL, un evento que, por lo general, ha sido un espacio reservado para celebridades, deportistas y figuras del entretenimiento.

Trump, que llegaba de pasar el día jugando golf en Florida, aterrizó en Nueva Orleans y se trasladó al Caesars Superdome en una caravana presidencial, donde el espectáculo deportivo se encontraba a punto de comenzar.

La presencia del presidente no pasó desapercibida. Aunque algunos asistentes lo recibieron entre aplausos, también hubo quienes aprovecharon la ocasión para abuchearlo, lo que reflejó la polarización que genera su figura en el país.

Al llegar al estadio, Trump dedicó un momento para saludar a socorristas y a familiares de las víctimas del atentado ocurrido en la ciudad el 1 de enero, un incidente en el que 14 personas murieron en un atropello masivo. Después de este acto, el presidente hizo su breve aparición en el campo antes de tomar asiento.

Además de Trump, el Super Bowl LIX atrajo a otros invitados de alto perfil, como la cantante Taylor Swift y el futbolista Lionel Messi, quienes también se hicieron notar en la multitud. Sin embargo, la figura del ex presidente fue la que acaparó gran parte de la atención mediática, especialmente por su relación pasada con la NFL, que ha sido tensa debido a sus posturas políticas y comentarios sobre los jugadores de la liga.

En una entrevista con Fox antes de su llegada a Nueva Orleans, Trump explicó su decisión de asistir al evento, asegurando que su presencia sería "buena para el país" y que, dada la magnitud del juego, estar presente era lo adecuado. "Es un día icónico", afirmó. Además, no perdió oportunidad de dar su pronóstico para el partido, eligiendo a los Kansas City Chiefs como su favorito, debido a la destacada trayectoria del mariscal de campo Patrick Mahomes.

Cabe recordar que Trump ha tenido una relación algo conflictiva con la NFL, que comenzó en los años 80, cuando intentó comprar una franquicia, y continuó durante su mandato como presidente, cuando criticó públicamente a los jugadores que se arrodillaban durante el himno nacional como forma de protesta contra el racismo.

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Foto cortesía

xmh