En los últimos tres meses, Tabasco ha vivido una ola de violencia sin precedentes, con un saldo de al menos 365 muertes violentas producto de los enfrentamientos entre bandas criminales.

Este clima de inseguridad ha generado consecuencias devastadoras en la economía local, afectando principalmente al sector comercial, que ha visto una disminución significativa en sus ingresos.

Los municipios más afectados por la violencia incluyen Centro, Cárdenas y Huimanguillo, donde los ataques armados, secuestros y extorsiones han obligado a comerciantes a cerrar sus negocios antes del horario habitual o incluso a abandonar sus establecimientos por temor a represalias.

Según informes de seguridad, la disputa entre grupos del crimen organizado por el control de territorios y rutas de tráfico de sustancias ilícitas ha sido el principal detonante de esta crisis.

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Foto: Especial

cdch