Después de que se diera a conocer que la presidenta de Perú, Dina Boluarte, se sometió a una cirugía en la nariz sin informar a su gabinete, o el congreso, la mandataria aseguro que este fue un procedimiento médico necesario por una supuesta "rinitis crónica" y no tuvo nada de estético, como lo refirió el exjefe de gabinete, Alberto Otárola, ante el Congreso.

La jefa de estado ya se encuentra enfrentando 4 investigaciones fiscales, para determinar si sus afirmaciones de salud son correctas y si se tomaron recursos del estado para pagar el procedimiento. Boluarte declaró que utilizo su "tiempo libre" para esta cirugía, y que como "cualquier mortal" tuvo que desvelarse para continuar con sus labores al día siguiente.

"Cada vez que iba a provincias a trabajar me ahogaba y me asfixiaba, de eso tenían conocimiento mis ministros y nunca dejé de trabajar", afirmó en un acto de apertura vial en la capital peruana. La mandataria sostiene que las declaraciones de Otárola surgen de un malentendido y de una falta de comunicación eficaz por parte de su equipo, aceptando su responsabilidad por esto.

La presidenta igual está siendo investigada por el asesinato de 50 manifestantes durante las protestas que se oponían a su investidura. También por el llamado "Rolexgate", ya que presuntamente compro múltiples relojes de lujo que nunca declaró entre sus bienes adquiridos.

Pese a ello, no puede ser juzgada en tribunales peruanos hasta que termine su mandato, o sea destituida, algo que estás investigaciones podrían causar.

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Foto: DW

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