Este sábado, un devastador ataque con dron al hospital saudita de El Fasher, en la región de Darfur, Sudán, cobró la vida de al menos 70 personas y dejó a otras 19 heridas, según confirmó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

La mayoría de las víctimas eran pacientes y sus familiares que se encontraban en el hospital recibiendo tratamiento en un centro que aún ofrecía servicios médicos básicos en la zona.

Hospital clave en medio de la guerra

El hospital de El Fasher, operado por Arabia Saudita, era uno de los pocos centros médicos funcionales en la región de Darfur, que se ha visto devastada por intensos conflictos armados.

Este hospital brindaba atención en áreas vitales como ginecología, pediatría, cirugía y medicina interna, además de contar con un centro de nutrición. Ante la escasez de instalaciones médicas debido a la violencia, el centro se había convertido en un pilar de soporte para los más vulnerables.

La OMS, a través de su director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, expresó su profundo pesar por el ataque, calificándolo como un acto de barbarie que no solo afecta a los heridos y sus familias, sino que también intensifica una crisis humanitaria ya grave. Adhanom Ghebreyesus advirtió que el acceso a atención médica en la ciudad está más restringido que nunca, ya que la mayoría de los hospitales han cerrado sus puertas debido a los combates.

Un acto de guerra contra civiles

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Arabia Saudita, por su parte, condenó el ataque y lo calificó como una clara violación del derecho internacional humanitario, que protege a los trabajadores de salud y las instalaciones médicas en tiempos de conflicto.

La nación saudita hizo un llamado urgente a la comunidad internacional para garantizar la seguridad de los trabajadores médicos y otros miembros del personal humanitario en las zonas de guerra, quienes, según varios informes, se están convirtiendo en blanco de ataques deliberados.

Crisis en Darfur

El ataque a El Fasher es solo uno de los muchos episodios trágicos que marcan la prolongada crisis en Sudán, donde los enfrentamientos entre facciones militares y paramilitares han sumido a la región de Darfur en un caos humanitario. A medida que los hospitales se ven obligados a cerrar, la población más vulnerable, como niños, mujeres y ancianos, enfrenta enormes dificultades para acceder a cuidados médicos.

La violencia y la falta de seguridad siguen complicando los esfuerzos de organizaciones humanitarias internacionales que intentan llevar ayuda a las zonas más afectadas, dejando a cientos de miles de personas sin la atención médica básica que necesitan para sobrevivir.

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Foto cortesía

xmh