La noche del 24 de enero, el titular del Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Benjamine Huffman, dio a conocer que se les otorgara a las agencias como el FBI y la DEA, autoridad para investigar y arrestar a migrantes que consideren “sospechosos”.

A parte de estas dos, los arrestos también podrán ser ejercido por la Agencia de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), la Oficina Federal de Prisiones y el Servicio de Alguaciles de los Estados Unidos. Esto con el fin de llevar a cabo la mayor cantidad de detenciones posibles.

El secretario de Justicia interino, Emil Bove, insto a las agencias a revisar sus archivos para identificar a los migrantes “peligrosos” o aquellos que se encuentren en el país ilegalmente. En un memorándum indicó que se deben realizar estas detenciones de manera inmediata al identificarles.

Cabe señalar que, esta orden incluye una amenaza para todo aquel oficial de la policía o funcionario de seguridad que se niegue a llevar a cabo las detenciones masivas, indicando que estos serán arrestados por desobedecer la orden ejecutiva y procesados.

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Foto: InSight Crime // FBI

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