- Nación
Deportaciones masivas: el Pentágono envía más tropas y aviones para controlar la migración
El gobierno de Estados Unidos ha comenzado a utilizar aviones militares C-17 para deportar migrantes a sus países de origen, en una medida que marca un giro en las políticas de migración del presidente Donald Trump.
Este tipo de aeronaves, que anteriormente se usaron en situaciones como la retirada de tropas de Afganistán en 2021, ahora tienen como objetivo trasladar a migrantes deportados, lo que genera inquietud sobre las nuevas tácticas de la administración.
Hasta el momento, se han deportado a cientos de migrantes en el marco de una operación que busca hacer frente a la inmigración irregular. La Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE) de Estados Unidos ha informado de la detención de más de 500 personas indocumentadas, un número que parece seguir creciendo conforme se intensifican las acciones en la frontera.
Esta estrategia es parte de una política que Trump implementó desde su primer día en la Casa Blanca, cuando declaró la migración ilegal como una “emergencia nacional” y encargó a las Fuerzas Armadas el control de la frontera sur.
En esta nueva fase de la política migratoria, el Pentágono no solo ha autorizado vuelos militares para las deportaciones, sino que también ha comenzado el despliegue de tropas. En el primer día de operaciones, más de mil 500 soldados fueron enviados a la frontera, con la promesa de aumentar este número significativamente en los próximos días.
Las tropas de élite, como las de la División Aerotransportada 82, estarían entre las fuerzas adicionales que se preparan para ser enviadas a la región, destacando un enfoque de alto nivel de intervención militar en cuestiones de seguridad fronteriza.
El aumento de efectivos militares es parte de un plan más amplio que incluye helicópteros, analistas de inteligencia y el uso de tecnología avanzada para mejorar la vigilancia y el control de la frontera. Las autoridades han señalado que la movilización busca garantizar un "control operativo completo", con énfasis en detener el flujo de migrantes, muchos de los cuales intentan cruzar la frontera de forma irregular.
No obstante, esta situación ha generado preocupación sobre el impacto que podría tener en las relaciones diplomáticas entre Estados Unidos y los países centroamericanos. La deportación masiva y el uso de aviones militares para ello han sido vistas por algunos sectores como una escalada en las tácticas de control migratorio.
A pesar de la retórica de “seguridad” que acompaña estas medidas, hay quienes cuestionan si estas políticas podrían resultar contraproducentes al agravar las condiciones humanitarias de los migrantes.
Además, el uso de aviones militares para la deportación de migrantes es una novedad que no se había visto en este contexto. Los vuelos hacia países como Guatemala marcan la primera vez en la historia reciente que el gobierno estadounidense utiliza estos recursos militares para expulsar a migrantes, lo que representa un paso más en la militarización de la frontera.
Con esta serie de decisiones, el gobierno de Trump parece decidido a cumplir con sus promesas electorales de endurecer las políticas migratorias, un tema que ha sido central en su agenda. Sin embargo, expertos en derechos humanos y organismos internacionales ya han señalado la necesidad de revisar estas medidas, especialmente ante las denuncias de abusos y violaciones de derechos que puedan derivarse de este enfoque.
Por ahora, el flujo de deportaciones sigue, mientras las fuerzas armadas de Estados Unidos se preparan para un despliegue aún mayor en la frontera sur. Sin embargo, la pregunta que persiste es si estas medidas realmente contribuirán a resolver el problema de fondo de la migración irregular o si, por el contrario, solo servirán para complicar aún más una situación que ya es de por sí compleja.
¿Interesado en conocer más sobre lo que sucede en Puebla? Haz clic aquí para explorar más noticias hoy.
foto cortesía
xmh