El 17 de enero, el equipo del presidente electo de los Estados Unidos, Donald Trump, anuncio que la ceremonia de toma de protesta, que se celebrará el 20 de enero, se trasladará al interior del capitolio. Pese a sonar insignificante, está sería la primera vez en la historia de la política norteamericana que esto llega a ocurrir.

De acuerdo a Trump, está decisión se dio ante las alarmas de autoridades meteorológicas, quienes le advirtieron que las temperaturas podrían bajar hasta los -14°C, algo que podría poner en riesgo las vidas de quienes decidan atender.

Estas son las temperaturas más bajas registradas desde que Ronald Reagan tomo protesta en 1985, aunque el difunto exmandatario aun así realizó el evento en la explanada del capitolio, pese a que también se le advirtió sobre el riesgo.  

“Hay una explosión ártica que arrasa el país. No quiero ver gente herida o lastimada de ninguna manera”, señaló Trump a través de su red social, Truth Social.

A pesar del traslado, aseguro que el evento será muy lindo y será transmitido en televisión, ya que por su naturaleza está vez no podrá asistir la población civil. Para compensar esto, anuncio que realizará un mitin de victoria, así como un desfile presidencial, en el Capital One Arena de Washington.

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Foto: Wikipedia

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