Pacientes con cáncer de cuello, garganta o en la cavidad oral que fueron sometidos a cirugía en el Hospital de Oncología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), son atendidos en el servicio de Foniatría para rehabilitación del habla y la emisión de voz esofágica o erigmofónica, así como para utilizar electrolaringe o la prótesis fonatoria.

Estos pacientes son invitados a formar parte del grupo de ayuda mutua Nueva Voz, en el que son atendidos en forma integral por especialistas en Fonoaudiología, Psiquiatría y el área de Bienestar Social para lograr una rehabilitación integral.

Todos los jueves más de 20 pacientes se reúnen en el consultorio de Foniatría de este complejo médico para realizar lectura en voz alta, canto y baile, tener sesiones con personal de Tanatología y una vez al mes con el psiquiatra, doctor Alfredo Ángel Monjardín Pérez, mientras especialistas del área médica dan seguimiento a los avances de cada persona e interactúan en dichas actividades.

La fonoaudióloga Aylya Antúnez Vázquez, encargada del Servicio de Foniatría de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Oncología del IMSS, informó que la agrupación se creó el 30 de noviembre de 1978 con el apoyo de personal médico, Trabajo Social, Enfermería y de los propios derechohabientes; “es un grupo de ayuda mutua de pacientes para pacientes” y nació bajo el nombre de Club de la Nueva Voz.

Señaló que en 2019 llegó al Servicio de Foniatría y estuvo a cargo de rehabilitar a derechohabientes que presentaban secuelas por la resección de tumores en cabeza y cuello, en particular a quienes perdían la voz o resultaban con alteraciones del habla.

A raíz de la pandemia de COVID-19 se buscaron alternativas para continuar con esta labor, ya que el consultorio fue cerrado por un año y tanto ella como los pacientes fueron enviados a casa; crearon un grupo de WhatsApp y continuaron sus sesiones semanales por videoconferencia, “una de las herramientas que utilicé para seguir la rehabilitación fue la lectura en voz alta, con lo que tuvieran a la mano libros, revistas o algún manual y así evaluar su progreso”.

Dijo que una vez que fue posible regresar a la atención presencial, a través de la gestión de la señora Patricia Cano, actual presidenta del grupo Nueva Voz, se abrió un espacio en la Sala de Exposiciones del CMN Siglo XXI, donde personal de la Coordinación de Bienestar Social del IMSS brindó un mayor impulso al taller de lectura en una instalación amplia y adecuada.

“Hacemos este trabajo en conjunto para hacer que el paciente se rehabilite: Utilizan menos medicamentos, tienen menos dolor y necesidades de otras situaciones médicas, por lo que se pueden enfocar en otras áreas y olvidar un poco la enfermedad para convivir con otros pacientes”, enfatizó.

Antúnez Vázquez destacó que cientos se han beneficiado con estas actividades como complemento de la rehabilitación foniátrica; tal es el caso de la señora Alicia Gonzaga, de 61 años, quien fue operada en 2018 para retirarle un agresivo tumor de tiroides.

“Ella no hablaba absolutamente nada, fue un momento complicado para ella y para rehabilitarla; le tomó un poco más de tiempo que a otros pacientes, más o menos un año, pero actualmente habla, se le entiende y escucha, tiene buen volumen, buena dicción y eso tiene que ver con la lectura en voz alta, una herramienta maravillosa para trabajar todo esto”, detalló.

La señora Alicia Gonzaga recordó que hace más de seis años comenzó a sentir mucho dolor en cuello y cabeza, acudió al médico y le mandaron a hacer una tomografía le diagnosticaron un tumor de la tiroides que resultó maligno y ponía en riesgo su vida.

“Pensé que del cáncer me iba a morir, cuando me lo dijeron me sentí muy mal, que me iban a operar y posiblemente me quedaría sin hablar pues me iban a quitar las cuerdas vocales; me asusté mucho y no quería que me hicieran la operación, pero con la ayuda de mi familia entendí que el cáncer debía salir completo de todo mi cuerpo”, recordó.

Alicia fue sometida a la cirugía y salvó su vida, pero durante meses no pudo hablar, por lo que al iniciar su terapia de rehabilitación foniátrica se enteró de la existencia del grupo Nueva Voz al que se integró, ahora forma parte de la mesa directiva y comenzó las terapias grupales.

“Me daba mucho gusto venir con mis compañeros, me da mucha confianza y empecé a hablar con un sonido y les dije: A mí no me gusta cómo hablo, pero tuve la ayuda de la tanatóloga, el psiquiatra y me dijeron que no importaba que así se oyera mi voz, ya que me podía expresar y la gente me entendía”, enfatizó.

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Foto: Especial 

cdch