Hoy lunes 30 de diciembre de 2024 comentaré en El Heraldo Radio, en el noticiero de Sergio Sarmiento y Guadalupe Juárez, el artículo “Estados Unidos necesita más Jimmy Carters”, publicado ayer por el consejo editorial del New York Times poco tiempo después de la muerte de quien gobernara a ese país entre 1977 y 1981.

Semejante elogio no obedece a lo que Carter hizo como presidente, sino a su función como expresidente, lio que queda perfectamente claro en el texto del consejo editorial del New York Times.

Fuera del gobierno, durante más de 40 años, Jimmy Carter dedicó su tiempo a “ayudar a sus sucesores y a su país como pacificador, diplomático entre bastidores, campeón de los derechos humanos, observador de elecciones libres, defensor de las personas sin hogar, escritor de poesía y a proporcionar el mejor caso posible de valores religiosos tradicionales”.

En 2002 recibió el Premio Nobel de la Paz. El New York Times ha descrito a Carter como “un hombre disciplinado, de integridad y valores sólidos como una roca, cuya visión era restaurar el honor del gobierno y, por lo tanto, cambiar el estado de ánimo” de su país.

Fue un gran expresidente. Como escribió el consejo editorial del New York Times, no hizo lo que otros exgobernantes de esa nación que establecieron fundaciones o se dedicaron a recaudar grandes sumas de dinero impartiendo conferencias. Jimmy Carter fue mucho más lejos: tomó riesgos y desempeñó papeles cruciales.

Por supuesto, es interesante hablar de un ejemplar expresidente de Estados Unidos en el contexto del debate en México acerca del rol de Andrés Manuel López Obrador ya en el retiro.

Algunas personas con perversidad dicen que AMLO sigue gobernando desde su rancho en Palenque, Chiapas. El viernes pasado la presidenta Claudia Sheinbaum se tuvo que burlar de tal insensatez.

Y, ni hablar, pronto volverán a la carga otros críticos de Andrés Manuel: los que dicen que sigue escondido en La Chingada.

Creo que López Obrador se está viendo como el mejor expresidente, sobre todo en tiempos de expresidentes mexicanos que destacan por sus chifladuras, como Vicente Fox; por sus novias, como Enrique Peña Nieto, o por grillos que atacan al gobierno de México desde el extranjero, como Carlos Salinas, Ernesto Zedillo y Felipe Calderón.

Los expresidentes mexicanos tienen responsabilidades distintas a los de Estados Unidos. López Obrador es un hombre serio que no se irá de México y que sabe que la mejor ayuda que puede dar a su sucesora es la no estorbar con apariciones públicas. No ahora, no con los expresidentes del PRI y del PAN tratando de golpear al gobierno mexicano de izquierda sobre todo desde una España que no necesitaba en su territorio a grillos como Salinas, Peña Nieto y Calderón.

The Big Read

The Big Read es una sección del Financial Times. La última edición de 2024 la dedicó al análisis de “lo que nos enseñó el ‘año de la democracia’ en 6 gráficos”. El periodista John Burn-Murdoch sintetiza la información de la siguiente manera: “Se anunció como el año de la democracia. Con más de mil quinientos millones de votos emitidos en elecciones en 73 países, 2024 ofreció una oportunidad única para tomar la temperatura social y política de casi la mitad de la población mundial”. Lo relevante no es el análisis de Burn-Murdoch, con el que se puede o no estar de acuerdo. Para nosotros lo importante es la imagen principal del reportaje: la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al lado de los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de Estados Unidos, Donald Trump. Nunca nuestro gobierno había recibido tanta atención en la prensa global.

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Columna de Federico Arreola en SDP Noticias

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