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La batalla por la tesis entre Norma Piña y Yasmín Esquivel hundió a la UNAM
Mucho se ha escrito del presunto plagio que Yasmín Esquivel habría hecho, cuando estudiante, en 1987, de la tesis de otra persona de nombre Edgar Báez de 1986. Ambos estudiantes compartían director de tesis en la Facultad de Estudios Superiores (FES) de Aragón (UNAM).
La información que difundió el portal de Latinus, en diciembre de 2022, habría sido pensada para descarrilar a la ministra Yasmín Esquivel de contender para la presidencia de la Corte, misma que tendría lugar unos días después, el 2 de enero del 2023. Fuentes de inteligencia del sexenio anterior le atribuyeron la filtración al otro contendiente a la Corte, el ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Pero esa hipótesis nunca se pudo corroborar.
Ambos -Esquivel y Ortiz Mena -a raíz de la filtración perdieron la presidencia de la Corte, siendo ganada por una tercera en discordia, la ministra Norma Piña. Lo que produjo una serie de acontecimientos que llevaron a un choque del Poder Judicial Federal con el Ejecutivo y el Legislativo, que desembocó en la (terrible) reforma judicial que cambiará a todos los juzgadores federales en elecciones el año entrante y, la otra mitad, en el 2027.
Pero más allá de las disputas entre Poderes de la Unión, hubo una batalla – hasta ahora no reportada- en lo legal entre dos ministras de la Corte. La presidenta, Norma Piña, tratando de acreditar la tesis de Esquivel era un plagio, lo que la descarrilaría para ser parte de la nueva Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Y, Esquivel, por otro lado, tratando de probar era su tesis para no sólo poder contender por un asiento en la nueva SCJN, pero también aspirando a presidirla. Lo que significaría problemas y auditorías para la actual presidenta, Norma Piña.
Si bien Norma Piña ganó su elección en el 2023 gracias al voto de Esquivel, muy pronto empezaron las desavenencias entre dos poderosas mujeres. Norma Piña cesó a Esquivel del Comité Interinstitucional de Igualdad de Género y se puso ella a la cabeza. En este comité se “potencializan” las políticas publicas en todo el Poder Judicial Federal para establecer y avanzar las directrices en apoyo de las mujeres en este.
Así, a la par que ambas estaban en una lucha para ver quien avanzaba más políticas en beneficio del género femenino; Esquivel trataba de limpiar su nombre de la acusación de plagio. Mientras Piña orquestaba acciones para descarrilar a su compañera ante el riesgo de que en una nueva Corte Esquivel la presidiera.
Esquivel lanzó varias acciones legales que acabó ganando: un Juez Civil en la CDMX reconoció que sí era su tesis. El Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial registró la tesis como de Esquivel; un Juez Federal hecho para atrás la resolución de la FES-Aragón por la que se despidió a la académica (y directora de tesis) Martha Rodríguez; y, el Tribunal Federal de Justicia Administrativa (TFJA), vía su Sexta Sala, estableció que la UNAM no tenía cómo echar para atrás la tesis de Esquivel ni como sancionarla.
Aquí fue cuando, viendo las instancias legales perdidas, entró en actuación Norma Piña. Sugirió a la UNAM acudir a tribunales federales, bajo su jurisdicción. La UNAM le hizo caso. Y en un deseado procedimiento legal da la “casualidad” que le tocó el turno de la apelación de la UNAM al 5to Tribunal Colegiado en la Materia Administrativa en la CDMX. Los integrantes de este Tribunal han trabajo justamente para Piña y el ministro Luis María Aguilar. Ambos rivales políticos de Esquivel.
Pero como el Tribunal tenía difícil – por criterios- echar para atrás la resolución del TFJA, la ministra Piña sugirió a la UNAM pedir que la Corte resolviera el asunto de manera directa. Y así lo hizo la UNAM, quién ya con nuevo rector, Leonardo Lomelí, continuó el pleito que le había heredado su antecesor, Enrique Graue. El 4 de abril del 2024 la UNAM solicitó la facultad de atracción a la presidenta Piña. La Corte le dio el número de expediente 1243/2024. Así, Piña empezó la construcción de consensos al interior de la SCJN para “tronarse” a Esquivel.
Pero la UNAM viendo que en las elecciones federales Morena saldría avante decidió echarse para atrás. El 20 de mayo del 2024, diez días antes de las elecciones, el abogado general de la UNAM se desistió de la operación legal sugerida por Piña ante la SCJN.
Pasaron las elecciones –la reforma judicial-–y esta semana, finalmente y por unanimidad, el 5to Tribunal Colegiado le dio la razón a la ministra Esquivel. La UNAM se quejó de que se había afectado su régimen autonómico para definir sus asuntos internos. Podrá ser, pero la realidad es que la UNAM se metió a una grilla palaciega que involucró la presidencia de la Corte en el 2023 y de nueva cuenta, la presidencia de nuestro máximo tribunal en el 2025.
La UNAM perdió todas las batallas legales en los ámbitos estatal (CDMX) y federal. Sencillamente perdió todos sus casos. Ni la asesora de la tesis quedó sancionada. A pesar de ello, su boletín de prensa de esta semana, en el que da cuenta de haber perdido el caso legal, es hosco con quien les ganó y que legalmente es la titular de su tesis: Yasmín Esquivel.
Parece que la UNAM estos dos años trató de cuidar más la parte mediática que la legal. Es una pena todo lo acontecido. Pero hizo mal la UNAM en meterse a jugar a la política y en ser aconsejada por Norma Piña, una persona que pasará a la historia por su escasa y tardía defensa del PJF. Pero sobre toda una mujer que todas sus apuestas políticas fracasaron y que, entre otros, se llevó entre la patas a nuestra máxima casa de estudios.
Ojalá algo de provecho saquen de estos quienes actualmente estudian una licenciatura. Hay que tomar con seriedad los trabajos académicos. Más en la época que hoy vivimos en que la Inteligencia Artificial nos quiere “solucionar” tantas cosas. Nos vemos en el 2025. ¡Feliz Navidad y gracias a SDP!
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Columna de Javier Tejado Dondé en SDP Noticias
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