El comienzo de año siempre trae consigo el conocido desafío de la cuesta de enero, que, este 2025, se presenta como una preocupación aún mayor para los fumadores, quienes verán un aumento en el costo de las cajetillas de cigarros.

Este incremento, provocado por el ajuste del Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS), no solo afectará los bolsillos de los consumidores, sino que también podría modificar los hábitos de consumo de quienes dependen de este vicio.

Se estima que, para este año, el precio de cada cajetilla de 20 cigarros aumentará de 12.33 pesos a 12.89 pesos, lo que representa un ajuste significativo de aproximadamente 0.56 pesos.

Este aumento obedece a la actualización anual de los impuestos aplicados a los productos de tabaco, un reajuste que busca, entre otras cosas, reducir el consumo de estas sustancias nocivas para la salud, aunque también se ve como una medida frente a la inflación.

El IEPS a los cigarros en México, que actualmente es del 160% sobre el costo de fabricación, se ajusta para intentar mitigar el impacto del tabaquismo, un hábito que, si bien sigue siendo legal, representa una de las principales causas de enfermedades y muertes evitables en el país. Además del incremento relacionado al IEPS, se adiciona un cargo extra de 0.54 pesos por cada 0.75 gramos de tabaco, lo que también contribuye a encarecer aún más el producto.

Este aumento, que llega justo en la temporada más difícil para los consumidores, podría generar un cambio en los patrones de consumo. Algunos fumadores podrían optar por reducir la cantidad de cigarrillos que compran cada semana o buscar alternativas más baratas, aunque el aumento en el precio podría no ser suficiente para disuadir a todos los consumidores.

El impacto de estos ajustes fiscales es doble: por un lado, se busca recaudar fondos que, en teoría, podrían destinarse a programas de salud pública, mientras que, por otro, la medida pretende frenar la creciente tasa de fumadores en el país.

A pesar de ello, algunos expertos sugieren que este tipo de ajustes no son suficientes para disminuir de manera drástica el consumo de tabaco, dado que muchos fumadores continúan con sus hábitos incluso ante los aumentos en los precios.

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xmh