Acapulco, Gro. - El pasado viernes, el presidente de la mesa directiva del Senado de la República, Gerardo Fernández Noroña, visitó Acapulco para abordar la situación de los damnificados por el paso del huracán "John".

En un mitin realizado en el Zócalo, Fernández Noroña se comprometió a atender a las personas que no han sido censadas por los daños causados por el fenómeno natural. La promesa, que llegó en medio de protestas y bloqueos en varias vialidades de la ciudad, busca garantizar que "nadie se quede sin apoyo", según aseguró el senador.

Durante su intervención, Fernández Noroña enfatizó que, para evitar el desvío de recursos, la entrega de documentos debía realizarse de manera personal, sin intermediarios, para evitar que algunos actores se quedaran con los recursos destinados a las víctimas. Afirmó que la situación sería atendida directamente con la Secretaría del Bienestar, para revisar cada caso y corregir posibles injusticias.

“Nosotros trabajamos para todo el pueblo por igual, quien tenga un caso, hágalo llegar, pero no se atiende por intermediarios”, subrayó el senador, a la vez que remarcó la importancia de evitar que el apoyo no llegue a quienes más lo necesitan.

A lo largo del evento, que contó con la presencia de otros políticos como Félix Salgado Macedonio y Beatriz Mojica Morga, los damnificados aprovecharon para entregar sus documentos a los equipos de trabajo del senador. Lo que buscaban, según se comentó, era poder ser considerados para recibir el apoyo económico prometido por el gobierno federal para aquellos afectados por el huracán.

Sin embargo, aunque la intención de proporcionar apoyo directo es loable, persisten dudas sobre la eficacia de los mecanismos implementados. Los bloqueos y las protestas en las calles reflejan la creciente frustración entre los ciudadanos, que no ven avances rápidos en la solución de sus problemas.

A pesar de las promesas de Fernández Noroña de no dejar a nadie atrás, el proceso de censado y entrega de ayudas sigue siendo un tema delicado y genera desconfianza, especialmente entre quienes sienten que sus necesidades aún no han sido atendidas.

Por otro lado, a medida que avanza el tiempo, algunos habitantes de Acapulco exigen que los apoyos lleguen sin más dilaciones, y no solo con buenas intenciones. Los daños materiales y las afectaciones a las familias continúan siendo una realidad para muchos, y la falta de claridad sobre cómo se distribuirán los recursos mantiene la incertidumbre en la población.

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Foto cortesía

xmh