Tehuacán, Puebla.- Verónica Inés “N”, mujer que el pasado sábado fue detenida y acusada de secuestro, tras haberse encontrado un celular iPhone en Tehuacán. El aparato electrónico pertenecía a una supuesta víctima de plagio.

Verónica denunció públicamente, tras lograr su liberación mediante un amparo, que fue objeto de tortura por parte de personal de la Fiscalía General del Estado (FGE). Aún continúa bajo investigación, por lo que teme por su seguridad.

Esta joven mujer narró el calvario que sufrió, luego de que se encontró el dispositivo móvil y fue detenida, además de indicar que logró su libertad la noche del pasado lunes mediante un amparo tramitado por sus representantes legales, ante la violación a sus derechos humanos y al haber sufrido violencia física y psicológica durante su aseguramiento.

Señaló que ella se encontró el celular la noche del pasado viernes a un costado de las canchas del fraccionamiento Santa María, debido a que se encontraba sonando, pero su intensión siempre fue devolverlo a quien fuera su propietario, tan es así que siempre lo mantuvo prendido e incluso contestó las llamadas con la intención de dar con el paradero del dueño.

Mencionó que, al contestar las llamadas de ese teléfono, en todo momento indicó que se lo había encontrado y pidió que le dijeran al dueño que se comunicara con ella para poder entrégaselo, en donde pudo saber que el propietario se llamaba “Fredy”.

Comentó que al llegar a su casa incluso realizó publicaciones en Facebook para decir que se había encontrado el iPhone; además, con ayuda de su hija, intentó mediante el asistente de voz del dispositivo contactar a la madre del propietario y afortunadamente sin desbloquear el móvil lo lograron, por lo que se pusieron de acuerdo que sería el sábado cuando se lo entregaría, además le otorgó su nombre y dirección a esta señora.

Durante la madrugada, indicó que elementos de la Policía Estatal arribaron a su domicilio y solo le mencionaron que si ellos habían solicitado un apoyo al número de emergencia 911, pero les dijo que no, pero ya por la mañana notó que alrededor de su casa ya había mucha presencia policial, por lo que incluso escribió al grupo de WhatsApp de los vecinos que tuvieran cuidado, porque no sabía que había ocurrido y porque había tantos policías.

Después de ello dijo por la tarde se dirigió a su trabajo ubicado en la colonia del Valle, en donde también empezó a notar presencia policial, hecho que si le causó preocupación, siendo a las 16:00 horas cuando un policía de la Unidad Antisecuestros de la Fiscalía que ingreso al inmueble donde se encontraba, señalando que buscaba un teléfono, por lo que ella dijo que se había encontrado uno la noche anterior y es donde comenzó el interrogatorio agresivo y también se le señaló que “no tenía idea en lo que estaba metida”.

Verónica Inés manifestó que en todo momento trató de explicar la situación y señalar que ella se había encontrado el celular e incluso le mostró su teléfono en donde tenía pruebas de que intento devolverlos, pero en ese momento ingresaron por la parte trasera del lugar y derribando un portón, más elementos, cuando ella nunca se escondió o se resistió a colaborar.

Posteriormente la subieron a una camioneta esposada y boca abajo, sin explicarle si estaba detenida o no, dirigiéndose a su domicilio, ya que exigían que les mostrará cómo logró contactar a la madre del propietario por ese celular sin desbloquearlo, por lo que ella les explicó que había sido su hija mediante el reconocimiento de voz; sin embargo, al llegar a su casa no se encontraba su hija y fue cuando le dieron oportunidad de su llamarla para que acudiera, pero cuando estaban hablando, cortaron la comunicación.

Inicia el calvario para Verónica Inés

Asimismo, indicó que nuevamente la subieron a una unidad y la llevaron a un campo, que por la dirección que tomaron presume fue hacia la junta auxiliar de San Marcos Necoxtla en donde le pusieron una bolsa en la cabeza y dos agentes la golpearon en el rostro y en el estómago en repetidas ocasiones, por órdenes de un presunto comandante, mientras la interrogaban sobre el presunto secuestro del cual ella desconocida y les repetía que ella solo se encontró el celular, pero solo le decían “que no iba aguantar todo lo que les esperaba”.

Luego, nuevamente la subieron a una unidad y la trasladaron a Puebla, pero al llegar no la presentaron ante un juez, no le permitieron hacer una llamada a sus familiares, ni tampoco le asignaron un abogado de oficio.

Expresó que afortunadamente fue el lunes 21 de octubre que logró su libertad, luego de un amparo que promovió su defensa, por la violación de sus derechos y la tortura de la que fue víctima, pero sigue en investigación por el delito de privación de la libertad, por lo que incluso la Fiscalía aún tiene su celular, por lo que teme por su seguridad y que pese a las evidencias que demuestran su inocencia, pueda ser nuevamente aprehendida.

Agregó que por esta situación perdió su empleo, dado a que por los daños que causaron al inmueble su jefa se encuentra muy enojada e incluso no le brindo ningún tipo de apoyo, ante su detención, además comentó que aún está contemplando tomar acciones legales contra la Fiscalía por el abuso que sufrió.

Finalmente, agradeció el apoyo recibido por la ciudadanía y por los medios de comunicación, pues fue ante la presión social que se presentó que también la Fiscalía la liberó, igualmente exhortó a las autoridades estales actuales y electas que verifiquen el actuar que está teniendo la FGE, así como los policías.

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Foto: Yomara Pacheco

mvv