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Contaminación del Atoyac alcanza a 14 ríos en Puebla y Tlaxcala: Conagua
La grave contaminación en el río Atoyac alcanzó ya a 14 ríos, arroyos y barrancas en Puebla y Tlaxcala, así como a la presa Manuel Ávila Camacho, revela un diagnóstico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Destacan los ríos Atotonilco, Chiquito, Cotzala, San Ignacio Tlapalac, Xochiac, Xopanac, Rabanillo y San Francisco; los arroyos Zanja Real, Prieto, Metlapanapa y Atenco; y las barrancas Atlapitz y Honda.
Se detectó presencia de contaminación por cromo, aluminio, cloruro de metilo, fierro, grasas y aceites, materia flotante y sulfuros.
Los afluentes con mayor toxicidad son los ríos Atenco, Xopanac y la barranca Honda.
Los principales contaminantes identificados son:
Materia orgánica: Presente en casi todo el sistema fluvial, indica una alta carga de desechos orgánicos, posiblemente provenientes de descargas de aguas residuales sin tratar.
Microbiológica: Los elevados niveles de coliformes fecales sugieren contaminación por aguas negras y ponen en riesgo la salud pública.
Nutrientes: El exceso de nutrientes, como nitrógeno y fósforo, puede provocar la eutrofización de las aguas, es decir, un crecimiento excesivo de algas que consume el oxígeno y afecta a la vida acuática.
Detergentes: La presencia de sustancias tensoactivas aniónicas (SAAM) indica descargas de detergentes domésticos e industriales.
Metales pesados: Se han detectado niveles significativos de cromo, aluminio y otros metales, que pueden ser altamente tóxicos para los ecosistemas acuáticos y la salud humana.
Compuestos orgánicos: Se han encontrado contaminantes como bisfenol A, fenoles y otros compuestos orgánicos, que pueden tener efectos adversos en la salud y el medio ambiente.
Grave impacto ambiental y a la salud
Esta contaminación tiene graves consecuencias para el ecosistema acuático, la salud pública y la economía local. Los contaminantes presentes pueden causar la muerte de peces y otros organismos acuáticos, contaminar los suelos y acuíferos, y aumentar el riesgo de enfermedades en las poblaciones humanas expuestas, destacó el informe.
Incluso la presa Manuel Ávila Camacho, principal cuerpo receptor de las aguas del río Atoyac, presenta niveles elevados de contaminación, lo que indica la magnitud del problema.
Para revertir esta situación, es necesario implementar medidas urgentes y contundentes, entre las que destacan:
Establecer condiciones particulares de descarga: Todas las industrias y comunidades que vierten sus aguas residuales al río Atoyac deben cumplir con normas más estrictas y construir plantas de tratamiento eficientes.
Monitoreo continuo: Es fundamental realizar un seguimiento constante de la calidad del agua para evaluar la efectividad de las medidas implementadas y detectar nuevas fuentes de contaminación.
Vigilancia y sanciones: Se deben intensificar las inspecciones y aplicar sanciones a quienes incumplan la normativa ambiental.
Concientización: Es necesario llevar a cabo campañas de educación ambiental para informar a la población sobre la importancia de cuidar el agua y reducir la generación de residuos.
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Foto: especial
gse