Un barco alemán, parte de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano (FINUL), derribó un dron frente a las costas libanesas, marcando la primera intervención militar directa de esta misión en el contexto del reciente conflicto. 

Este incidente se produjo un día después de que la FINUL denunciara un ataque a una de sus instalaciones en el sur de Líbano.

Al menos 20 cascos azules han resultado afectados en las últimas semanas por ataques atribuidos a Israel, que incluye casos de intoxicación. 

Israel ha acusado a Hezbolá de usar a las fuerzas de paz como “escudos humanos”, lo que llevó al primer ministro Benjamin Netanyahu a pedir el repliegue de las tropas internacionales.

El ministro de Relaciones Exteriores de Israel, Israel Katz, reiteró estas acusaciones, afirmando que Hezbolá ataca deliberadamente a las fuerzas israelíes desde posiciones cercanas a la FINUL. Katz subrayó que Israel no busca dañar a los cascos azules, pero destacó la necesidad de que la misión de la ONU proteja a sus soldados.

La FINUL se encuentra en Líbano de acuerdo con la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que puso fin a la guerra de 2006 entre Israel y Hezbolá. Su papel ha sido crucial en el mantenimiento de la paz en la región, aunque su seguridad se ha visto amenazada por el aumento de las tensiones en el conflicto actual.