El Senado de la República, en una sesión marcada por la ausencia de la oposición, declaró la constitucionalidad de una reforma que otorga derechos a los pueblos indígenas y afromexicanos, así como el traspaso del control operativo y administrativo de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional. 

Esta decisión fue posible tras la aprobación de la reforma por al menos 26 congresos locales, incluido Puebla.

Los legisladores de Morena, PVEM y PT celebraron la votación, mientras contaban los votos y validaban los cambios a la Constitución. El Senado, antes de esta declaración, había enviado la reforma relacionada con la Guardia Nacional a la Cámara de Diputados para su consideración.

Con la validación en San Lázaro, el decreto fue remitido al Ejecutivo Federal para su publicación en el Diario Oficial de la Federación, formalizando así los nuevos cambios legislativos.

Gerardo Fernández Noroña, presidente del Senado, criticó la falta de los legisladores de la oposición y, recordando la ausencia similar en la discusión de la reforma al Poder Judicial, comentó que esta situación llevará a la intrascendencia de sus voces. 

Por su parte, el panista Ricardo Anaya, presente en el Senado para la instalación de la Comisión de Energía, señaló que la falta de sus compañeros en la sesión es una firme protesta contra lo que considera la militarización de la seguridad pública. 

Anaya argumentó que esta estrategia no ha funcionado y que su partido no apoyará una medida que, a su juicio, no beneficiará a México ni contribuirá a la paz en el país.