La candidata presidencial Kamala Harris visitó por primera vez la frontera con México, en donde se comprometió a trabajar con republicanos e independientes para mejorar la seguridad fronteriza y reformar el sistema migratorio.

En su discurso, Harris destacó la necesidad de sanciones más severas para quienes crucen la frontera ilegalmente, al tiempo que abogó por un camino hacia la ciudadanía para migrantes que llevan años en el país. 

También visitó el muro fronterizo y se reunió con agentes de la Patrulla Fronteriza, subrayando la falta de recursos con los que cuentan. "Es inaceptable que los oficiales no tengan lo necesario para realizar su trabajo", dijo, y se comprometió a intensificar el combate al tráfico de fentanilo, una droga que ha afectado gravemente la salud pública en Estados Unidos.

Harris intenta contrarrestar la narrativa negativa de Trump, quien ha utilizado un enfoque de miedo hacia la inmigración. 

La vicepresidenta busca presentar un plan que no solo garantice la seguridad fronteriza, sino que también ofrezca soluciones integrales al dilema migratorio, un tema crítico en estados como Arizona, donde la población hispana desempeña un papel importante en el electorado.