Este domingo 22 de septiembre, la brisa fresca da la bienvenida al otoño, un fenómeno que señala el momento en que el Sol se sitúa en su punto de equilibrio sobre el Ecuador terrestre.

Pero este no es solo un cambio de estación; es el preludio de un festival celestial que Puebla se prepara para disfrutar. Los cielos, cual lienzo estelar, se teñirán de luces y maravillas astronómicas que deslumbran y asombran a los observadores.

El Brillo del Cometa Tsuchinshan-ATLAS

Marquen sus calendarios, pues el 12 de octubre, el cometa Tsuchinshan-ATLAS nos regalará su máxima luminosidad al acercarse a nuestro planeta. Se prevé que su brillo sea tan intenso que hasta los más desprevenidos en el arte de mirar al cielo no podrán evitar quedar hipnotizados por su estela. Un espectáculo cósmico que nos recuerda que, en la vastedad del universo, siempre hay algo extraordinario al acecho.

Lluvia de Estrellas Oriónidas

Adentrándonos en octubre, el 21 será testigo de la lluvia de estrellas Oriónidas, un evento astronómico que promete hacer palpitar el corazón de los amantes de la astronomía. Las noches se iluminarán con destellos fugaces, ofreciendo una estrella fugaz por minuto. Es el momento perfecto para hacer un deseo bajo el manto de un cielo que nos regala su magia.

La Luna del Castor

El 15 de noviembre, la Luna del Castor brillará con fuerza, iluminando la noche. Su nombre evoca la imagen de estos ingenieros de la naturaleza que, en esta época, se afanan por construir sus refugios antes de que llegue el invierno. Una superluna que simboliza la conexión entre el cosmos y la vida en la Tierra, invitándonos a reflexionar sobre la preparación y la transformación.

Lluvia de Estrellas Leónidas

Continuando con la serie de maravillas, los días 17 y 18 de noviembre traerán las espléndidas Leónidas, originarias del cometa Tempel-Tuttle. Con intensas ráfagas de actividad, las Leónidas ofrecen un espectáculo luminoso que no debe pasarse por alto. Este es el momento en que el cielo se convierte en una danza de luces fugaces, recordándonos que somos parte de un universo en constante movimiento.

Júpiter en su Máximo Esplendor

Finalmente, el 7 de diciembre cerrará este capítulo estacional con la magnífica visualización de Júpiter. En oposición al Sol, el gigante gaseoso alcanzará su punto más alto en el cielo durante la medianoche, brindándonos una oportunidad inigualable para contemplar su esplendor. Una clausura celestial que nos dejará con la mirada fija en las estrellas, esperando que el próximo otoño nos traiga nuevas sorpresas.

Así, el otoño no solo nos envuelve en su manto dorado, sino que también nos regala un sinfín de eventos astronómicos que nos invitan a mirar hacia arriba, a perderse en la inmensidad y a recordar que, en cada estación, el cielo siempre tiene algo mágico reservado para nosotros.

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