La violencia entre facciones del crimen organizado se extiende desde Sinaloa a otros estados de la frontera México-Estados Unidos donde tiene influencia el cártel de Ismael "El Mayo" Zambada y Joaquín "El Chapo" Guzmán.

Hasta este sábado la violencia había dejado 61 muertos en la la frontera con Estados Unidos: el viernes fueron hallados 11 cadáveres en Ojinaga, Chihuahua; y 15 más en Baja California, en la misma región limítrofe.

Nada se compara, sin embargo, a lo que ocurre en Sinaloa, estado donde se encuentran paralizadas las actividades escolares, comerciales, fabriles y agrícolas, y donde comienzan a escasear los alimentos.

La violencia comenzó con la caída del líder histórico de una de las organizaciones del crimen organizado más grandes en México: Ismael "El Mayo" Zambada, de 78 años de edad, fue entregado a fines de julio a la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA).

Joaquín Guzmán López, de 38 años de edad, hijo de Joaquín "El Chapo" Guzmán, quien fue extraditado a Estados Unidos en enero de 2017 y condenado a 11 cadenas perpetuas por un tribunal de Nueva York, llevó a Zambada con engaños a un rancho de Sinaloa donde lo obligó a subir a un avión que los trasladó a un aeropuerto de Nuevo México donde lo entregó a la DEA.

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