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El reto para la AFAC, Medicina de Aviación
El día de ayer la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) a través de sus redes sociales informó lo siguiente:
“A todo el Personal Técnico Aeronáutico, se les informa que derivado de la presentación de estudios de laboratorio presuntamente apócrifos, a partir del 17 de septiembre, solo se aceptarán los estudios de los siguientes laboratorios: Chopo, Salud Digna, así como de cualquier otro laboratorio acreditado cuyos resultados puedan ser verificados vía electrónica, con la finalidad de mitigar esta mala práctica.
De no poder ser verificados por el área médica de esta AFAC, el usuario deberá volver a realizar el estudio en otro laboratorio donde sí se pueda corroborar.”
Agencia Federal de Aviación Civil
Y yo veo una enorme ventana de oportunidad. Dejen me explico mejor, porque si son ajenos al mundo de la aviación, lo más probable es que no sepan que para poder trabajar en esta bella industria, el personal debe contar con toda su documentación en regla, que incluye exámenes médicos realizados cada seis meses, cada año o cada dos, dependiendo de la edad del trabajador, así como la renovación de la licencia de vuelo, que se realiza cada año.
El requisito para poder renovar la licencia de vuelo es tener “apto” en el examen médico, lo cual significa que estás en óptimas condiciones físicas y psicológicas para volar. Dicho lo anterior, podemos abordar la gran queja que los trabajadores han tenido a lo largo de los años, y es lo complicado que se ha vuelto este trámite.
A alguien muy “inteligente” se le ocurrió -en algún sexenio priista-, mezclar a la aviación con otros tipos de transporte, y con ello provocar un retroceso brutal a la oficina de Medicina de Aviación, que tenía médicos especializados en aeronáutica, y eran los encargados de verificar que el personal de vuelo estuviese en perfectas condiciones para desempeñar su trabajo en un avión de manera segura.
De pronto desapareció Medicina de Aviación y nació “Medicina del Transporte” y puedo decir que me tocó vivirlo; los mismos médicos revisaban a un trailero que a un capitán de Boeing 727, y cuyas afecciones son completamente distintas.
Eso sin contar con la saturación del servicio que se vivió en aquellos momentos. Para solucionarlo, otro priista tuvo una brillante idea; en el gobierno de Peña Nieto delegaron la responsabilidad de los exámenes médicos a “clínicas” que fueron conocidas como “Terceros autorizados”.
En estas clínicas te hacían todos los exámenes médicos que se requerían para la renovación de la licencia. Sí, es un hecho que liberaron de la carga de trabajo y rezago acumulado en “Medicina del Transporte”, pero con la llegada de la 4T salió al descubierto que algunos “terceros autorizados”, con dinero de por medio por supuesto, sacaban exámenes con “apto”, sin que realmente el trabajador aéreo lo estuviera.
Esto evidentemente ponía en riesgo la seguridad de las operaciones aéreas de todas las líneas aéreas del país. En aras de combatir esa corrupción, y sin tener un plan b, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, de golpe y porrazo, desautorizó a los terceros autorizados y ¡santa crisis! la que vivió en esos momentos en la industria aérea del país.
De esa mala decisión seguimos sin podernos recuperar, ya que de nueva cuenta se saturaron las clínicas de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, y vendría también la etapa de la degradación a categoría 2.
Para mis compañeros que vuelan, esos momentos se convirtieron en el infierno en la tierra. Imaginen cómo estuvo el asunto, que es el único caso donde el presidente le dio “pa’trás” a una medida suya, y regresaron a dar servicio las clínicas conocidas como terceros autorizados.
Para no temer de nuevo al fantasma de la categoría 2, es importante que el nuevo gobierno de la Dra. Claudia Sheinbaum analice a profundidad la importancia que tiene independizar a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), y dotarla del presupuesto necesario para que los exámenes médicos los elaboren clínicas gestionadas por ellos, recuperando lo que antes teníamos los trabajadores: a Medicina de Aviación.
Se requieren especialistas en medicina aeronáutica. Sería deseable que regresara la época en que tú llegabas a las instalaciones de la entonces DGAC, y en las oficinas de Medicina de Aviación te realizaban todos tus exámenes, incluyendo los de laboratorio; además de que es mucho más oneroso, porque ahora pagas por el examen en la AFAC, y además tienes que ir al Chopo o a Salud Digna a hacerte los exámenes de laboratorio y pagar por ellos, sale doblemente caro.
Si a eso le sumamos el grave retraso que sigue existiendo en la oficina de expedición de licencias, Mordor (país ficticio creado por J.J. Tolkien) parece un lugar hermoso y muy tranquilo, comparado con la antesala del infierno que hoy es la oficina de licencias.
Claudia, por favor, recupera Medicina de Aviación -en todos los sentidos-, que sean ellos quienes elaboren los exámenes de laboratorio, los físicos y psicológicos, y que haya médicos especializados en enfermedades aeronáuticas; todo esto será por el bien del país, pues es una dependencia que atiende a todo el personal, desde las líneas aéreas comerciales privadas hasta la aerolínea del Estado.
Ojalá podamos devolverle a Medicina de Aviación el brillo que nunca debió perder. Dale todas las herramientas necesarias a la AFAC para que sea ella de manera autónoma quien gestione tanto el tema médico como el de las licencias, sin la tutela cansina de la Secretaría de Infraestructura Comunicaciones y Transportes.
Incluso que se puedan realizar un estudio de fatiga de las tripulaciones. Como lo dije líneas arriba, pero repito para que quede bien claro: tripulantes sanos es igual a vuelos seguros, y nuestra aviación se lo merece; nuestro personal también merece un trato digno, y estar monitoreándolos de forma constante, nos permite tener operaciones más seguras, pues es más fácil detectar si alguien está volando fatigado, poniendo en riesgo a los pasajeros.
Hay una gran ventana de oportunidad que no se debe dejar escapar, por el bien del país, y al mismo tiempo se combate a la corrupción de tajo, acabando con los “gestores”, que han hecho de los exámenes médicos y las licencias su modus vivendi.
Compañera presidenta, no te vas a arrepentir, dale la importancia que se merece a la AFAC para que tenga la autonomía suficiente y gestione clínicas de Medicina de Aviación bajo su resguardo.
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Columna de Ximena Garmendia en SDP Noticias
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