La Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó el dictamen para incluir en la reforma judicial una propuesta para incorporar una figura llamada “jueces sin rostro”. 

Esta figura, inspirada en una sugerencia reciente del presidente Andrés Manuel López Obrador, se encargará de manejar casos de alta complejidad relacionados con la delincuencia organizada y el narcotráfico. 

La propuesta establece que, en casos relacionados con la delincuencia organizada, el órgano de administración judicial tendrá la facultad de implementar las medidas necesarias para garantizar la seguridad a los jueces. 

Esta modificación pretende salvaguardar la identidad de los jueces a través de un procedimiento legal específico que asegure su protección frente a posibles amenazas.

La diputada Lidia García Anaya, quien promovió esta reserva, detalló que la nueva figura consistirá en un órgano administrativo dentro de ciertos sistemas jurisdiccionales, destinado a gestionar procesos y juicios por delitos graves.

Según García Anaya, estos jueces operarían de manera anónima, lo cual es fundamental para proteger no solo a los jueces, sino también a sus familias.

Esta adición a la reforma judicial busca, en última instancia, ofrecer una respuesta más robusta y segura a los desafíos que representan los delitos graves. 

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