Al menos tres estatuas del ex presidente Hugo Chávez fueron derribadas este lunes tras la jornada electoral en Venezuela, miles de personas salieron a las calles a manifestarse y cientos lo hicieron desde sus casas a través de los llamados “cacerolazos”.

Según los resultados dados a conocer por el organismo electoral de ese país, Nicolás Maduro –ex colaborador de Chávez- consiguió su reelección por un periodo más en la presidencia, hasta el 2031.

Ello desató una ola de protestas en las calles en diversos puntos del país y la realización de los llamados “cacerolazos” –ruido a través de golpear objetos de metal-, pese a la advertencia de detener a quien desconociera los resultados electorales.

Medios independientes de ese país y ciudadanos difundieron imágenes de las estatuas al momento de su derribo en el estado de Falcón; en Calabozo, estado Guárico; y en La Guaira, Carabobo.

Los inconformes también sacaron un cuadro de Hugo Chávez de edificio público, mientras que partes de las estatuas fueron amarradas a motocicletas y arrastradas por las calles.

Maduro sostuvo la tarde de este lunes que el país está frente a una “contra revolución violenta, fascista y criminal”.

Aseguró que el 80 por ciento de los manifestantes cuenta con antecedentes criminales y las autoridades procederán contra ellos.

Maduro fue declarado vencedor con el 51.2% de los votos, según el Consejo Nacional Electoral (CNE).

Mientras que Edmundo González Urrutia, el candidato de la oposición, obtuvo el 44.2% de los votos.

Sin embargo, organismos internacionales y los gobiernos de diversos países se han negado a aceptar la victoria de Maduro y demandaron que se den a conocer las actas de escrutinio.

En respuesta, el gobierno de Maduro expulsó a los diplomáticos de Argentina, Chile, Costa Rica, Perú, Panamá, República Dominicana y Uruguay, ya que sus gobiernos han cuestionado los resultados electorales.

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Foto: especial

gse