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El Gran Corruptor
Hay mucho que destacar de “El Gran Corruptor”, la segunda entrega de la periodista Elena Chávez y tiene que ver con lo que pasó en torno a la elección de junio de 2024, algo de lo que Morena y la 4T no han hablado nunca y que tratan de ocultar a toda costa, algo que repiten desde el 2006 y para 2024 no será la excepción, la estrategia de financiamiento de las campañas de AMLO y el uso faccioso del poder.
Elena Chávez, ex esposa de uno de los personajes más allegados a Andrés Manuel, es una periodista de gran talante que fue testigo de cómo el presidente armó todo un entramado de corrupción para alcanzar el poder.
Sergio Negrete Cárdenas en el prólogo de este libro testimonial escribió: “Tras el éxito de El rey del cash, Elena Chávez nos sumerge una vez más en las entrañas de un sistema político donde la corrupción parece haberse convertido en la norma. A través de testimonios contundentes, se pone al descubierto cómo el presidente y sus cómplices han creado intrincados esquemas ilegales en beneficio propio”.
Negar los hechos
Hace años Brozo hizo públicos videos donde se ve a René Bejarano, quien fuera su secretario particular en la jefatura de gobierno de la CDMX, y al entonces delegado en Tlalpan y esposo de Claudia Sheinbaum, Carlos Ímaz recibiendo dinero en efectivo para el “movimiento”.
Desde entonces AMLO negó y sigue negando los hechos. Elena Chávez muestra que no fueron los únicos y que AMLO tenía pleno conocimiento de estas transacciones: “Los personajes que visitaron las oficinas de Carlos Ahumada no se limitaban a los que conocimos cuando Brozo reveló el video de Bejarano con las ligas. También pasaron por ahí funcionarios públicos federales y locales, como Martí Batres —el actual jefe de gobierno de la Ciudad de México—, Thalía Lagunes, Ariadna Montiel, Horacio Duarte, Dolores Padierna, Pío López Obrador, Higinio Martínez, Clara Brugada, Alejandro Encinas e incluso Beatriz Gutiérrez, la actual esposa de López Obrador, a quien Pedro vio dos veces en el edificio de Revolución, una en el sótano y otra en el pasillo que llevaba directamente a las oficinas de Ahumada”.
También asegura que AMLO y Ahumada sí se conocían y que incluso el empresario viajó a Tabasco para ofrecer sus condolencias por el sensible fallecimiento de la primera esposa de Andrés, Rocío Beltrán.
Abusar del poder
En otros temas delicados, la periodista narra que la actual candidata de Morena a la presidencia utilizó de forma perversa la actuación de la fiscal carnal, Ernestina Godoy en casos como el de la niña Fátima, una pequeñita de siete años, quien fue privada de su libertad, abusada y asesinada. Las autoridades no solo fueron negligentes, sino que, para desprestigiar a la madre, Claudia Sheinbaum autorizó al DIF capitalino la difusión de supuestos reportes por negligencia y maltrato por parte de la madre y del padrastro. También destaca que para cerrar el caso de la muerte de las hermanas Sofía y Esmeralda, dos jóvenes que cayeron en una coladera en la alcaldía Iztacalco, Sheinbaum movió a todo su personal para llegar a un acuerdo reparatorio con el padre de las víctimas, lo que causó indignación en la madre, ya que el padre las había abandonado desde hace 15 años. En su insensibilidad, Ernestina concluyó que, aunque las hubiera abandonado, el papá era víctima indirecta y le pagaron por la muerte de sus hijas.
Narra un tercer caso de corrupción y utilización facciosa del poder: “Cuando el gobierno de Claudia Sheinbaum se desmoronaba debido a tantos accidentes y fallas en el Metro, el peligroso sometimiento de Godoy la llevó a exhibir a Viviana Salgado, una señora a la que accidentalmente se le cayeron unas aspas de lavadora en las vías de la estación Centro Médico, de la Línea 3 del Metro. La comadre de Andrés Manuel, Florencia Serranía, dejó hecho una desgracia este sistema de transporte y jamás fue acusada”.
Lo que no hay que olvidar
Es la secuela de un importante libro que sirve de consulta y para recordar cómo se han conducido los que han gobernado este país, la forma en que quieren extender su poderío y de lo que son capaces por lograrlo. De la forma en la que han establecido toda una ingeniería financiera basada en la corrupción, con contratistas, prestadores de servicios, políticos y familiares y que usan toda la fuerza del Estado para evadir consecuencias y eliminar oponentes.
Es por ello que quieren anular al poder judicial y evitar que la fiscalía general de la República sea independiente; es por lo que han querido destruir al INAI y utilizan instancias como la UIF, la FGR y las de procuración de justicia de los estados que gobiernan como un instrumento de presión y corrupción. Así es este gobierno, el más corrupto de la historia.