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Tragedia en Acapulco: Tres grandes calumnias y una ojetada (calumniosa) contra la 4T
Primera calumnia: ¿Por qué en carretera y no en helicóptero?
Andrés Manuel López Obrador hizo lo que ningún presidente del PRI y del PAN había hecho, trasladarse a la zona dañada por el huracán por carretera en condiciones terribles. ¿Por qué no por aire, en helicóptero? El presidente lo explicó:
Estaba cerrado el espacio aéreo: “No podíamos esperar a que se abriera e ir en helicóptero, había que salir”.
A 40 kilómetros de Acapulco los vehículos se atascaron en el lodo que invadía las destruidas carreteras.
Andrés tomó la decisión de seguir adelante, así fuese necesario caminar esa larguísima distancia.
“Afortunadamente, caminamos un tramo y ya del otro lado un maestro con su camionetita —que aprovecho, porque ayer se me pasó decirlo—, de una comunidad en su camionetita, Datsun, nos adelantó”.
“En esa camionetita, arriba iban el secretario de Marina y el secretario de la Defensa y conmigo Rosa Icela”.
“Entonces, llegamos. De nuevo, rota la carretera. Pudimos pasar caminando a pie, seguimos caminando y llegamos al último tape, la última ruptura”.
“Y llegamos a Acapulco y no se podía transitar, por los postes y por los árboles”.
“¿Por qué también llegué por carretera y por qué celebro el que se haya tomado esa decisión?”.
“Porque me fui enterando de todo lo que estaba pasando. Ve uno las casas derrumbadas, cómo todavía el agua inundando la carretera, las avenidas de agua y de lodo en las calles de los pueblos; los carros tapados de lodo, afectados por la caída de los árboles; los postes de luz”.
“La solidaridad de la gente. Llego a un pueblo y preocupados por la desaparición de una familia, de unas niñas; todos ahí en la búsqueda”.
“Llego en helicóptero, ¿a dónde llego?, ¿a la base naval y ahí me reúno y ahí tomo el helicóptero y nada más desde arriba? No, hablé con 500 gentes en todo el camino”.
Otros presidentes habrían esperado que se abriera el espacio aéreo para volar una hora, aterrizar, tomarse la foto y volver.
La ojetada: los zapatos de Luisa María, Evelyn y Rosa Icela
En Google, al preguntar por el significado de la palabra ojetada, de inmediato se puede leer la siguiente respuesta: “Nombre femenino. Coloquial. México. Acción vil que realiza una persona”.
En el diccionario Vocabulario esencial mexicano, de César Macazaga y Ordoño, ojetada es, simple y sencillamente, “acción de ojetes”.
¿Y quiénes son los ojetes? El Diccionario de español de México responde que el ojete es uno de tres —o los tres—:
“Persona sumamente cobarde y de malas intenciones, que actúa de mala fe y con el propósito de dañar a los demás o aprovecharse de ellos”.
“Que es sumamente malo, perjudicial; que está hecho con el propósito de hacer daño, o de sacar provecho de alguien”.
“Ano”, es decir, “orificio terminal del conducto digestivo, por donde se expulsa el excremento”.
En el diario Reforma son ojetes porque:
√ Fue una ojetada cuestionar a dos mujeres del gabinete presidencial y a la gobernadora de Guerrero por caminar en las calles de Acapulco sin, supuestamente, ensuciarse los zapatos.
Para empezar, es mentira. Conste, mentira, no error, esto es, algo que se dijo con la intención de dañar la reputación de Luisa María Alcalde, secretaria de Gobernación; Evelyn Salgado, gobernadora de Guerrero, y Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Seguridad.
En efecto, pese a lo que dice el pie de foto de Reforma, los zapatos de las tres funcionarias se ven sucios de las puntas y aun alcanza a apreciarse las suelas con lodo, sobre todo las de la secretaria de Gobernación, pero también el fango es visible en las botas de la gobernadora.
Dos días antes, a Rosa Icela Rodríguez se le exhibía, en tono crítico y aun burlón, por haber caminado, al lado de AMLO, una distancia de ninguna manera corta literalmente sobre un río de lodo y maleza.
El día anterior a la ojetada de los zapatos de Rosa Icela, Luisa María y Evelyn, en Reforma hicieron una nota para que la gente se enojara con el padre de la gobernadora de Guerrero, Félix Salgado. ¿El pecado de este senador? Que tenía internet en su casa y compartía la señal con la gente que necesitaba comunicarse con familiares o amistades. Pero en el diario de la familia Junco lo que pretendían era dar a entender que el senador Salgado estaba conectado por influyente. Se supone que es un hombre inteligente y conoce las reglas del periodismo objetivo el nuevo director editorial de Reforma, Roberto Zamarripa. ¿En serio, don Roberto, podía una persona, solo por ser papá de la gobernadora, arreglar las cosas para él sí contar con internet, algo que ni las fuerzas armadas podían garantizar? De plano fue una ojetada permitida por un comunicador como Zamarripa a quien no se le consideraba ojete, pero lo era.
Ni hablar, el tercer significado de ojete del El Diccionario de español de México: “Ano”, es decir, “orificio terminal del conducto digestivo, por donde se expulsa el excremento”. Caca periodística la de Reforma que, en la tragedia, huele todavía más feo de lo acostumbrado.
Segunda calumnia: El gobierno se roba la ayuda
Una calumnia realmente miserable es la de que, para hacer negocio en la reventa, el gobierno se roba la ayuda que la gente de todo México —y aun de otros países— generosamente está donando para a la sociedad guerrerense.
He leído mensajes de WhatsApp en los que se acusa a las fuerzas armadas, Guardia Nacional incluida, de ese delito que, de ser cierto, sería gravísimo. La verdad de las cosas es que tanto los elementos de la Guardia Nacional como los de la marina y el ejército están, como siempre, haciendo un extraordinario trabajo. Así lo han hecho en numerosos desastres.
Por eso, en no pocas ciudades, hombres y mujeres que han recibido el apoyo más que sacrificado de los y las militares, aplauden cuando los ven pasar. Son héroes y heroínas, lo sabemos quienes hemos vivido en regiones afectadas por huracanes y sismos.
Tan calumniosa y vil mentira la inventó el sitio de internet en el que trabaja Carlos Loret de Mola. Entiendo el enojo de este periodista con el presidente que no ha dejado ninguna crítica sin responder, pero ¿ya de plano atacar con mentiras vulgares?
Me parece que tal falsedad se lanzó con el propósito de preparar el terreno y desacreditar a Claudia Sheinbaum, quien suspendió sus actividades políticas para organizar a sus seguidores en la tarea urgente de ayudar a la población de Guerrero, algo que ella está haciendo con buen éxito, ya que las estructuras de Morena son enormes y muy eficaces cuando se movilizan adecuadamente.
Tercera calumnia: El gobierno no avisó
Otra mentira del sitio de la familia Madrazo —en el que colabora Loret—: que el gobierno de Estados Unidos avisó a tiempo que el huracán Otis era de las máximas categoría y peligrosidad. Absolutamente falso. De hecho, los estudiosos de huracanes en el vecino país ya preparan proyectos de investigación para entender cómo fue que ocurrió lo nunca visto: que una tormenta tropical, en muy pocas horas, pasara a ser el más destructivo huracán, lo que no dio tiempo de alertar a nadie.
Tenerles paciencia, dice AMLO
Sobre los enloquecidos críticos y los ojetes de la prensa que tantas mentiras inventan, el presidente López Obrador dijo que son:
“Muy, muy, muy irracionales”.
“Entonces, hay que tenerles paciencia y nada más pedirle a la gente que no se crea todo lo que escucha, porque son muy mentirosos, muy falsarios y calumnian”.
“No es nada más México”.
“Es una crisis mundial de cómo los medios, en vez de informar con objetividad, con profesionalismo, manipulan, se dedican a decir mentiras, son grandes fábricas de mentiras”.
“Y no es un asunto espontáneo, de falta de profesionalismo, no, no, no, es algo bien planeado, con propósitos de control y de manipulación; o sea, es una maquinaria de dominio”.
Le faltó decir a Andrés Manuel que detrás de las mentiras mediáticas, además de propósitos de control y de dominio, hay rabia porque la 4T redujo sensiblemente los presupuestos de publicidad oficial. Ni hablar, les duele a columnistas, directores y propietarios de medios no recibir las fortunas que el gobierno les entregaba.
Columna de Federico Arreola
Foto: Especial
cdch