Alejandra N. fue aprehendida por la Fiscalía General del Estado de Puebla al investigar la desaparición de su nieta de 10 años de edad, con capacidades diferentes, cuyos restos y pertenencias fueron quemados en un predio del municipio de Cuautinchán.

En conferencia de prensa se expuso que el pasado 25 de agosto recibió una denuncia por desaparición de personas, de la menor que nació con capacidades diferentes en abril de 2013, en el hospital de Agua Santa.

Ella estaba al cuidado de su abuela Alejandra, de 48 años de edad, quien publicó en redes sociales un texto en el que dio a entender que la niña había fallecido, aunque después lo borró.

La tía de la menor preguntó a la abuela, quien le habría dicho que murió y la cremó con gasolina en un predio contiguo a su casa con la ropa del menor.

Sin embargo, al no tener mayor información, presentó la denuncia.

Agentes ministeriales se dirigieron a la comunidad de San Baltazar Torija, donde ubicaron a Alejandra, quien les dijo que la menor falleció y ella la cremó.

Al pedirle el acta de defunción, intentó darse a fuga por una ventana, por lo que fue detenida y presentada ante el Ministerio Público por resistencia de particulares.

Le fue hallada una bolsa con cenizas y restos óseos, que están en análisis del Instituto de Ciencias Forenses.

Se estableció que ella tomó un taxi en Torija y se dirigió a Cuautinchan, donde quemó el cuerpo de la menor y sus pertenencias.

El 26 de agosto se hizo un cateo en su domicilio donde se hallaron indicios con manchas de sangre y artículos de la menor.

Tras ello se pidió y concedió una orden por desaparición de particulares agravada, la cual se ejecutó y el 29 de agosto fue imputada, además se ordenó su prisión preventiva oficiosa.

Este 1 de septiembre se resolverá su situación jurídica.

Foto: FGE

gse