El Escorpión Dorado y Facundo se pusieron a prueba en el programa “Jalas o te rajas” y han confesado que durante el rodaje cada día tenían ganas de que fuera el último para  terminar con el sufrimiento, según reconocieron en entrevista con EFE.

“El simple hecho de saber que al día siguiente te va a tocar alguna tortura, ya estés diciendo ‘quiero que pase ese día y acabe el día’. Sabes que al día siguiente va a ser peor, como que no hay nunca un día que digas: ‘Ay, me encanta, ya quiero que sea mañana'”, relató Facundo sobre el programa, cuyos dos primeros capítulos ven la luz este viernes. 

Su rival dijo que el público podrá verlos ganar, perder, burlarse e “incluso sangrar”.

“Yo creo que el show se trataba de eso, llegar a la máxima consecuencia del dolor, del ridículo y del sufrimiento para que eso le gustara a la gente”, añadió Facundo.

En el programa de Prime Video, se pone sobre la mesa la rivalidad entre ambos a través de retos extremos creados por sus amigos famosos que quieren verlos competir, para después recibir un castigo el perdedor de cada enfrentamiento.

Además, también habrá escenas de viajes o “roadtrips“, pues cada reto sucede en un lugar diferente de México, donde se encontrarán con personajes como el comediante Franco Escamilla, la cantante Alejandra Guzmán o el rapero Alemán, entre otros.

El Escorpión Dorado explicó que ambos llevan tiempo en el campo del entretenimiento y que han sido varias las propuestas de proyectos que han hecho juntos.

Agregó que este programa, en el que también es productor, resultó la combinación perfecta entre “reality”, retos, viaje en carretera, desafíos y encuentros con celebridades.

Además, llevaban tiempo acumulando rivalidad a través de los programas de televisión y YouTube, “y este es el momento para que de una vez por todas se salden deudas pendientes”, contó.

Y aunque fue decisión de ellos, la experiencia fue dura, relataron, porque las celebridades invitadas se recreaban en el sufrimiento. 

Facundo dijo que hubo momentos en los que se sorprendió de lo que se “empoderaron”. 

“Nadie actuaba, el dolor era real, yo pensaba ‘no es necesario que duela tanto'”, compartió.

Él narró que en uno de los episodios le tocó comerse el chile más picante del mundo y nunca se había imaginado que podría sufrir tanto, ya que hasta se le entumecieron las manos, sentía que estaba envenenado y se le bajaba la presión.

“No hay dinero en el mundo ni mujer que podría hacerme volver a hacerlo”, sentenció.

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