Atlixco, Pue. Durante casi 20 minutos la cayó en esta ciudad una fuerte lluvia que aplacó el polvo y la ceniza volcánica aun flotando en el ambiente.

Sin embargo, tal y como dejaron en claro varios habitantes, “Tlaloc de plano por momentos terminó pasándose de la mano porque la precipitación pluvial convirtió ese deseo en inundaciones en prácticamente las calles de siempre en el corazón de la ciudad”.

Y efectivamente el agua comenzó a correr, como sucede en ese tipo de temporadas húmedas, por varias calles ahora reviviendo el fantasma del siniestro mencionado en casas y comercios.

Por ejemplo, en la inclinada calle 3 poniente y oriente el río de color negro con algunos matices grises bajó a una velocidad estrepitosa y obligó a los establecimientos comerciales a cerrar rápidamente y a los dueños de las viviendas tomar previsiones.

Sobre todo debido a altura alcanzada por ese afluente de casi 40 centímetros. Las autoridades locales no reportaron mayores incidentes y un alto número de ciudadanos tomaron a ese fenómeno como un respiro.

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