“¿Por qué había de salirme de Morena?”, así se cuestionó a sí mismo Marcelo Ebrard. Lo leí en una nota de SDPNoticias.

Creo que originalmente con tal expresión respondió el canciller a una pregunta de Joaquín López Dóriga en el noticiario radiofónico conducido por este periodista.

¿Por qué podría dejar Morena el canciller mexicano? Lo haría solo si sintiera que hubo trampa en la encuesta que aplicará el partido de izquierda para seleccionar a su candidato o candidata a la presidencia.

Si Claudia Sheinbaum ganara esa encuesta —como va ganando en todos los estudios demoscópicos serios publicados en los diarios de México—, el señor Ebrard no podría gritar que hubo fraude.

De hecho, lo lógico es que Claudia gane, ya que en el promedio de tales encuestas lleva una ventaja de 15 puntos sobre Marcelo.

Lo increíble, ilógico y absurdo sería una victoria de Adán Augusto López en la encuesta de Morena; esto sí llevaría a Ebrard a romper con el partido fundado por AMLO.

Y es que si Claudia supera a Marcelo por 15 puntos promedio, la ventaja de la jefa de gobierno en relación a Adán ¡¡¡es de 31 puntos!!!

Si se incluye a Gerardo Fernández Noroña en las encuestas, la ventaja de Claudia Sheinbaum también es enorme. En este caso Adán con trabajos le saca poquita ventaja a Noroña.

Así que ahí está la respuesta que busca Ebrard: podría salirse de Morena si Adán ganara una encuesta que estadísticamente nomás no puede ganar.