Millones de personas en todo el Reino Unido y en todo el mundo siguieron la coronación del rey Carlos III, una ceremonia simbólica que combinó un servicio religioso y un espectáculo este sábado.

La ceremonia se llevó a cabo en la Abadía de Westminster y el Rey se convirtió en el monarca reinante número 40 en ser coronado allí desde 1066. Para después iniciar una gran procesión, reportó la cadena BBC.

La jornada en la que también fue coronada la reina Camila, contó con costumbres que se remontan a más de 1.000 años.

Las celebraciones formales comenzaron con una procesión desde el Palacio de Buckingham hasta la Abadía de Westminster.

Rompiendo con la tradición, el rey Carlos y la reina Camila viajaban en el carruaje estatal Diamond Jubilee en lugar del carruaje estatal dorado, más viejo e incómodo.

La procesión avanzó a lo largo de The Mall hasta Trafalgar Square, luego por Whitehall y Parliament Street antes de girar en Parliament Square y Broad Sanctuary para llegar a la Gran Puerta Oeste de la Abadía de Westminster.

Fuera de las puertas del palacio, había una Guardia de Honor, compuesta por unos 160 miembros de las tres fuerzas armadas, con otros 1.000 efectivos a lo largo de la ruta.

Casi 4.000 invitados, incluidos veteranos de las fuerzas armadas y personal de atención social, se encontraban en los puestos fuera del Palacio de Buckingham, con miles de personas más en las áreas de observación a lo largo de la ruta y los sitios oficiales de detección cercanos.

Foto: @RoyalFamily

gse