De acuerdo a los últimos sondeos, Delfina Gómez de Morena mantiene aún una ventaja considerable sobre Alejandra del Moral, candidata de la alianza presentada por el PRI-PAN-PRD-NA. Esta diferencia responde principalmente al ascenso trepidante de Morena en todo el país como consecuencia del discurso lopezobradorista, y también, al deseo de muchos mexiquenses de echar al PRI de Toluca.

Sin embargo, a pesar de los profundos deseos de cambios que invaden a millones de mexiquenses, Delfina Gómez es un mal remedio. Por un lado, pesan sobre ella escándalos de corrupción y abuso de poder, y por el otro, es una mujer sin las credenciales profesionales para el quehacer público. Sumado a ello, su triunfo en la entidad más grande del país representaría la consolidación de Morena –a reserva de conocer los resultados en Coahuila- como sólida primera fuerza a nivel de gobiernos de los estados.

Según se ha informado, el primer debate entre Gómez y del Moral tendrá lugar el próximo jueves. Se tratarán temas como combate contra la corrupción, violencia de género, cultura y recreación.

En este contexto, no hay duda de que Del Moral necesitará lucir en los debates para ser capaz, dentro de las próximas semanas, de recortar la distancia que la separa de su opositora.

¿Cómo vencer a Delfina en los debates? De antemano, no se antoja como una tarea muy difícil, especialmente tratándose de una mujer joven y preparada (me refiero a Alejandra, huelga aclarar) que ha tenido buena experiencia académica y que se ha desempeñado como funcionaria electa.

Por el lado de Gómez, la “maestra” tratará de sacar raja de su acento de mujer trabajadora para convencer al electorado sobre su honestidad; una honestidad cantada hasta el cansancio por AMLO, y que ha quedado en entredicho tras el paso de la ex secretaria de Educación Pública por el gobierno de Texcoco.

Alejandra del Moral tendrá, por tanto, una buena oportunidad para mostrar a los mexiquenses el verdadero talante de Delfina: una mujer que se jacta de ser honesta y trabajadora, pero que, en realidad, sus actos en el servicio público demuestran que carece de las competencias mínimas indispensables para dirigir el destino del estado, y que además, ha violado la ley electoral.

En suma, los resultados de los comicios en el Estado de México no están cantados. Por el contrario, los mexiquenses que aún creen ingenuamente en las falacias de la autoproclamada 4T tendrán la oportunidad de ver en Delfina lo que la candidata representa: un plan fallido revestido de una supuesta honestidad disfrazada de una apariencia de mujer cercana a la gente.

Columna de José Miguel Calderón en SDP Noticias

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clh