Bajo prisión preventiva oficiosa quedaron cuatro elementos del Ejército Mexicano, acusados de los asesinatos de cuatro jóvenes y las lesiones a uno más, en febrero pasado, en la ciudad de Nuevo Laredo, en Tamaulipas.

Un juez de control federal dictamino la medida cautelar que los efectivos deberán cumplir en el Campo Militar número uno, ubicado en la Ciudad de México.

La defensa de los elementos solicitó la duplicidad del término constitucional para reunir pruebas a su favor, por lo que su situación jurídica se definirá el 12 de abril, a fin de que el juez determine si los vincula a proceso o quedan en libertad.

Los soldados enfrentan cargos por homicidio calificado contra cuatro personas y por homicidio calificado en grado de tentativa contra una más, que resultó herida el 26 de febrero.

La versión oficial es que los elementos observaron un vehículo tipo pick up con individuos a bordo, quienes se trasladaban a exceso de velocidad con las luces apagadas y sin placas, cuyos integrantes, al observar la presencia de las tropas, aceleraron velocidad de manera intempestiva y evasiva, deteniendo su marcha al impactarse después con un vehículo que estaba estacionado.

Sin embargo las víctimas señalaron que de pronto los soldados los empezaron a seguir cuando salieron de una fiesta e iban a sus casas, y en determinado momento les dispararon, aun cuando ellos no hicieron ningún ataque. Señalaron que hubo un choque después de que el conductor fue baleado y perdió el conocimiento.

El pasado 15 de marzo, el subsecretario de Derechos Humanos, Población y Migración del Gobierno mexicano, Alejandro Encinas Rodríguez, confirmó que los cinco jóvenes asesinados por el Ejército de México en Tamaulipas , no estaban armados y no se enfrentaron a los miembros de las fuerzas armadas, por lo que afirma que su muerte pudo tratarse de una ejecución.

Foto: archivo m

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