Cuéllar  Cisneros reconoció el logro del montañista y le expresó su beneplácito “por demostrar que un tlaxcalteca tiene sangre de guerrero y que llega a donde quiere”, proyectando así, orgullosamente, al estado de Tlaxcala en el extranjero.

 

 

 

El alpinista de 33 años de edad explicó a la gobernadora que lo primero que hizo fue informar sobre las condiciones de la montaña, la altitud, el tipo de terreno, “veía videos de testimonios, compré un mapa, cheque los campamentos, a cuanta distancia estaban, e incluso adquirí un seguro de rescate con un costo de 150 dólares que comprende la evacuación con helicóptero hacia una unidad hospitalaria para atención médica”.

 

Después se preparó de forma mental y explicó a la gobernadora que “dos días antes de mi ascenso subí primero a la altitud de 4 mil metros, bajé, descansé, al día siguiente subí hasta los 6 mil metros de altura, volví a bajar, descansé y al día siguiente le di el tiro hasta la cima que fueron 7 mil metros, para no perderme tomé fotos, recordando puntos estratégicos, marcando camino, esa fue mi guía”.

 

 

Además, compartió que es padre de familia de tres pequeños y a su esposa no le agrada del todo la actividad que realiza, sin embargo, “aunque se enoje, ya estamos encaminados y me gusta inspirar a más deportistas, porque aquí en Tlaxcala tenemos a muy buenos que a veces se rinden por la falta de apoyo”.

 

Impulsar a las nuevas generaciones a integrarse a un grupo o club de montañismo, en zonas como la Cuatlapanga y La Malintzi, es un sueño que espera cumplir muy pronto.

 

El alpinista tlaxcalteca adelantó que su siguiente desafío es ascender el monte Everest, para dar a conocer y poner en alto a Tlaxcala, Zacualpan y México, “es todo un reto, tiene una altura de 8 mil 843 metros sobre el nivel del mar y sin oxígeno”.

 

Foto: Archivo-e

LSM