Con esta cifra, se superó el monto de 51,586 millones de dólares de remesas que entró en todo el 2021.

 

Los más de 53,000 millones de dólares que se registraron entre enero-noviembre del 2022 es 13.5% más que los 46,834 millones de dólares reportados en el mismo lapso del 2021.

 

Si solo se considera noviembre los ingresos por remesas sumaron 4,801 millones de dólares, un incremento anual de 3 por ciento.

 

“A pesar de alcanzar máximo histórico para un mes de noviembre, las remesas cayeron 10.43% mensual, caída mayor al promedio histórico de 8.44%. Esto es señal de la desaceleración económica de Estados Unidos y que en 2023 el crecimiento anual de las remesas será menor al del 2022”, opinó Gabriela Siller, directora análisis económico en Banco Base en Twitter.

 

Al respecto, Banco Base detalló que la contracción mensual de las remesas está explicada por el número de operaciones, que en noviembre se contrajo 12.28% mensual, ubicándose en 12.2 millones.

 

En octubre, las operaciones de remesas alcanzaron un máximo histórico de 13.9 millones.

 

El monto alcanzó un nuevo máximo histórico de 57,890 millones de dólares e hiló 31 meses de avances,  considerando el flujo acumulado de las remesas en los últimos 12 meses-

 

Sin embargo, destaca el hecho de que el flujo acumulado de 12 meses registró en noviembre un crecimiento mensual de solamente 139.46 millones de dólares muy por debajo del crecimiento mensual promedio, que se observó en los primeros 10 meses del año de 616.6 millones de dólares.

 

En el informe de Banco Base se muestra que al convertir la cifra de dólares a pesos, las remesas recibidas en noviembre se contrajeron 11.11% anual.

 

Este es el primer mes desde marzo del 2021 que se observa una disminución anual real de las remesas en pesos y se trata de la mayor caída anual desde enero del 2018.

 

La caída fue resultado de que, entre noviembre del 2021 y noviembre del 2022, se registró una apreciación del peso frente al dólar de 6.96% y una inflación anual de 7.80 por ciento.

 

Por otro lado, el Banco de México informó que el monto de la remesa promedio cayó 1.7% anual al contabilizar 393 dólares.

 

El banco central detalló que 52,604 millones de dólares (99% del total de los ingresos por remesas) se enviaron a través de transferencias electrónicas, mientras que las operaciones en efectivo y especie, así como en “money orders” representaron 0.7 y 0.3% del monto total, respectivamente, al ubicarse en 375 y 159 millones de dólares.

 

 

Luis Pérez Lezama, director de Investigación Económica en el ThinkLab veracruzano SAVER, comentó a importante medio nacional, que era difícil que la tendencia de los 5,000 millones de dólares mensuales se mantuviera.

 

“El dato de 4,801 millones de dólares en noviembre, que no veíamos desde abril del 2022, cambia la dinámica y aunque no podríamos hablar ya del cambio en la tendencia por un menor dinamismo de la economía (en Estados Unidos) o un efecto de menor impulso por la reducción total de los estímulos son temas que ya están en el aire y que tarde o temprano traerán de regreso a niveles históricos de 3,500 o 4,000 millones de dólares”, explicó.

 

Para afirmar que una desaceleración económica en Estados Unidos está impactando directamente en el flujo de remesas tendría que ser, al menos, de un trimestre, agregó.

 

"Hay que esperar enero y diciembre que son los meses claves que faltan, pero en resumen no podríamos hablar de un cambio absoluto en las tendencias (...) Seguimos en la parte alta (de los ingresos por remesas)”, comentó.

 

Banco Base proyectó que en el flujo de remesas del 2022 será de 58,290 millones de dólares, mostrando un crecimiento de 13% con respecto al 2021.

 

Es importante recordar que el crecimiento sostenido de las remesas no es un logro de la economía mexicana, pues se trata de transferencias de valor generado en el lextranjero, principalmente en Estados Unidos, detallan los analistas de la institución financiera.

 

Banco Base proyectó que para el 2023 las remesas oscilarán en los 60,000 millones de dólares, esto sería un crecimiento de 7.4% más que lo esperado para el 2022.

 

La variación prevista para 2023 es menor al esperado para este año (13%) ante la elevada probabilidad de que Estados Unidos caiga en una recesión leve.

 

Este año no será uno en el que se esperan grandes cambios en remesas, inflación y ecrecimiento económico, sostiene el director de investigación.

 

“Vamos a ver zonas de resistencia (en los flujos de las remesas), pero a finales del 2023 veremos tranquilidad entre un menor crecimiento, caída más fuerte en la inflación y un nivel de remesas más real”, dijo.

 

Foto:SIPSEP.com

LSM