- Puebla
El informe de Eduardo Rivera fue su primer acto de campaña hacia 2024
Puebla, Pue.- El primer informe de Eduardo Rivera Pérez se acabó convirtiendo en la práctica en su primer acto de campaña electoral. Tres elementos así lo configuran: dio a conocer que caminará rumbo a un nuevo proyecto político, que queda claro que es la lucha por la gubernatura de Puebla. Demostró poder de convocatoria al lograr reunir a los líderes locales y nacionales de la oposición, como muestra de que se prepara para construir un proyecto plural para los comicios de 2024. Y consiguió sentar en un solo acto a líderes de todas las corrientes internas del PAN poblano, desde sus seguidores hasta sus detractores, pasando por figuras que ya no están activas.
Un cuarto factor adicional: limó asperezas con el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, mediante una serie de elogios que ayer ambos personajes se prodigaron, lo que –por ahora— le evita una confrontación al alcalde de Puebla con sus rivales políticos y entrar en un desgaste de su imagen pública.
Incluso se revivió la especulación de que Eduardo Rivera pudiera ser “el plan B” de Luis Miguel Barbosa Huerta, en caso de que el mandatario estatal no logre poner a alguien de su grupo político en la candidatura de la 4T en la sucesión de 2024.
El evento se realizó en el Centro de Convenciones de San Francisco y Rivera tuvo como principal acierto el evitar que el informe de su gobierno fuera una ceremonia exclusiva de panistas y por primera vez, le dio más peso a los invitados de otras fuerzas políticas, asignándoles los mejores asientos.
Llamó la atención la presencia de Enrique Doger Guerrero, exalcalde de la capital y ex rector de la UAP, que se ha ausentado de la actividad política desde hace más de un año y es de sobra sabido que no comulga con el proyecto de Eduardo Rivera.
El mismo trato diferenciado lo hubo con los perredistas Carlos Martínez Amador y Jesús Zambrano Grijalva. Así como el dirigente de Movimiento Ciudadano, Fernando Morales Martínez, pese a la resistencia de este último de sumarse a una alianza opositora en Puebla.
Entre los panistas, lo mismo estuvo la senadora Josefina Vázquez Mota, que siempre ha sido protectora de Rivera, así como los líderes nacionales del PAN, Marko Cortés y Jorge Romero Herrera.
Destacó que logró sentar en un mismo acto a todos los exediles panistas de la capital: entre ellos Gabriel Hinojosa Rivero, quien renunció a la militancia albiazul; José Antonio Gali Fayad y Luis Banck Serrato, que llegaron al cargo de la mano del PAN y nunca se asumieron como miembros del partido de derecha; y Luis Paredes Moctezuma, quien apenas hace unos años era usado por el morenovallismo para escandalizar en los actos públicos de Eduardo Rivera.
Somos políticos profesionales
Lo de este lunes fue un acto de 2022 con miras a 2024, lo cual no parece nada apresurado dados los usos y costumbres de los calendarios políticos vigentes y es casi seguro que a pocos de los asistentes al informe de Eduardo Rivera Pérez les quedó duda sobre el inminente inicio de la campaña del alcalde capitalino en busca de suceder al morenista Luis Miguel Barbosa Huerta, en la gubernatura.
De hecho, el mandatario estatal fue quien despojó al acto protocolario del halo con el que pretendió fallidamente enmascararlo el ex presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Montiel Solana, quien en su calidad de coordinador de los regidores de Acción Nacional, al responder el informe del munícipe, dijo que lo que estaba pasando en el Centro de Convenciones era un evento ciudadano. “Los informes no son actos ciudadanos, Carlos, son actos políticos y qué bueno que así sea”, le corrigió Barbosa.
“Un buen político debe estar preparado para los tiempos por venir, para los retos que vengan y yo estoy preparado para los tiempos que vengan. Dios y el tiempo abrirán el camino y los ciudadanos tendrán la última palabra”, expresó Rivera Pérez en su discurso, al referirse a la pregunta que constantemente se le hace sobre sus aspiraciones de ser el próximo titular del Poder Ejecutivo.
Pero si el alcalde capitalino hubiera tenido que recibir el beneplácito o la anuencia del actual huésped de Casa Aguayo, los habría obtenido, pues en una arenga por demás afable -alejada de la inquina que le manifestaba hace apenas unas semanas, cuando dijo que no acudiría a ninguna invitación que le hiciera-, el gobernador Barbosa elogió al panista: “hoy es el informe de Eduardo Rivera Pérez y me toca hablar bien de él, ni modos que no”, expresó para empezar, generando risas que celebraron su ocurrencia.
Ambos se jactaron de ser políticos profesionales y hablaron en distintos tonos de su amistad y su relación institucional:
“Hay a quienes les intriga a veces la forma en que nos llevamos, a veces con ciertos jaloneos pero con colaboración, hemos demostrado que en los hechos y, a pesar de las diferencias, logramos hacer cosas en favor de Puebla”, dijo el alcalde al gobernador.
“No sé por qué Eduardo sigue remarcando nuestra misteriosa amistad, no tiene nada de misteriosa, sospechosa. Somos amigos desde hace más de 20 años. Nos conocimos cuando fuimos diputados en la LVIII legislatura y nos tomamos aprecio, así es que hemos caminado, así en esa referencia de amistad, él en su ruta y yo en la mía. Le tengo respeto, para mí es un político destacado, un político lúcido y un político inteligente, eso es lo que el político Miguel Barbosa puede decir del político Eduardo Rivera”, expresó por su parte el actual titular del Ejecutivo.
“Ha habido trabajo conjunto para resolver la prestación del servicio de agua potable en Puebla y la Zona Metropolitana. Me dijiste: ‘el agua es asunto tuyo’. y te dije: ‘no, es de nosotros’, y gracias al diálogo entre ambos y gracias al apoyo, resolvimos este delicado tema para el beneficio de las familias poblanas”, manifestó el edil.
“Mi querido Eduardo, en este día te voy a decir que sí a todo. Siempre ha repetido, el que hizo el discurso, que fue él y Liliana (Ortiz, cónyuge del munícipe), dice: ‘a la labor que hace el municipio se suma el gobierno del estado’. A veces es al revés, poquitas veces al revés, pero yo respeto mucho el planteamiento del que rinde su informe”, expresó Barbosa, que en toda su alocución generó carcajadas con el tono pícaro y de complicidad con el que contestó a Rivera.