Atlixco, Pue. Cada 28 de septiembre, y previo a la fiesta y día de San Miguel Arcángel, uno de los tres patronos de Atlixco, decenas de personas en esta ciudad compran en la calle ramos de pequeñas flores amarillas llamadas Pericón.

De acuerdo con los testimonios recogidos, esta costumbre tiene como objetivo cumplir cabalmente con una tradición no escrita, y por si las dudas, de espantar al Diablo que andará suelto en las próximas horas antes de enfrentarse y ser vencido por el propio enviado de Dios y que recibirá su festejo.

De esta manera, los ramos en forma de cruz de Pericón son colgados por igual en las puertas de las casas, negocios y hasta en la parte frontal de los automóviles, motocicletas y bicicletas.

Este miércoles sobre la avenida 3 sur, una de las más transitadas del centro de la mancha urbana, varias mujeres de los pueblos rurales de las cercanías de Atlixco tienden un reboso sobre la banqueta para ofrecer entre 15 y 25 pesos cada grupo de esas plantas.

De esa manera el enemigo público número uno de San Miguel no podrá hacer de las suyas mientras éste último es agasajado por miles de fieles seguidores.

Foto: Lena Velázquez

cdch