El toque solemne y de luto a cargo de la banda de guerra de la policía local completaron el marco. No se guardó un minuto de silencio y tampoco asistieron familiares de los afectados.

 

Un representante de la dirección de Protección Civil del Ayuntamiento realizó el recuento de los segundos responsables de cimbrar la tranquilidad del valle:

 

“La perdida de compañeras de trabajo y de algunos buenos habitantes más. Retiramos más de ocho mil metros cuadrados de escombro, 28 edificios religiosos afectados y más de mil 500 viviendas con secuelas estructurales”, apuntó.

 

La Presidenta Municipal Ariadna Ayala Camarillo dijo en su turno al micrófono: “estamos aquí en memoria de todos ellos y por quienes observaron caer su patrimonio. Nunca olvidaremos la magnitud de esos eventos padecidos en esos días”.