Los retrasos en la producción, las investigaciones de los reguladores después de casos raros de efectos secundarios graves y las preocupaciones sobre su vida útil relativamente corta en comparación con otras inyecciones han obstaculizado la incursión de Astrazeneca AZN.L. en el tratamiento del COVID.

 

 

Su uso ha disminuido en gran parte del mundo desarrollado ya que los países han inoculado a un gran número de personas y prefieren las fórmulas ARNm de Pfizer y Moderna como refuerzos. 

 

 

Respecto al futuro de su negocio de las vacunas contra el COVID, dijo: "No puedo estar seguro de que vayamos a quedarnos ahí".

 

Afirmó que no sabe si AstraZeneca ampliaría su lista de vacunas para otras infecciones y agregó que la compañía está evaluando la situación.

 

Debido a la desaceleración de las ventas de vacunas, a medida que se cumplieron los contratos iniciales de suministro, la dura competencia de las dosis basadas en la tecnología ARNm y su relativa poca experiencia en el campo, los inversores han especulado sobre el futuro del negocio de las vacunas.

 

La compañía creó una división separada para sus vacunas y terapias con anticuerpos a fines del año pasado.

 

Soriot dijo que no lamentaba el trabajo de la compañía con la Universidad de Oxford para desarrollar una vacuna contra el COVID, dado que habían entregado miles de millones de dosis y salvado aproximadamente 6 millones de vidas en el mundo.

 

La inyección fue el segundo producto más vendido de AstraZeneca en 2021, con ventas por 3.900 millones de dólares.

 

Foto: Capital 21

LSM