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Puebla entre los estados que menos medicamentos han recibido del Insabi

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Puebla pidió 21 millones 844 mil 716 y solo ha recibido 3 millones 189 mil 113 piezas
El Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) solo ha entregado a las entidades del país que se adhirieron a su compra consolidada de medicamentos el 40.8% de las piezas solicitadas hasta el 25 de julio de este año, según la plataforma oficial donde se reporta el avance de las entregas.
 
Del número de piezas solicitadas por los estados en las órdenes de suministro, un total de 357 millones 045 mil 929 piezas, se les han entregado solamente 145 millones 812 mil 789.
 
Los estados que han recibido menos de los medicamentos solicitados son Michoacán, con 28.5%; Puebla, con 28.9%, y Morelos, con 30.2%. 
 
Puebla pidió 21 millones 844 mil 716 y solo ha recibido 3 millones 189 mil 113 piezas.
 
Hay casos como Aguascalientes y Nuevo León donde no han recibido ni un solo fármaco, pero estos estados no están adheridos al Insabi y solo piden al instituto una pequeña cantidad.
 
Nuevo León,  pidió apenas 322 piezas, de las que no ha recibido ninguna. Aguascalientes solicitó 67, que no han llegado aún. 
 
En Querétaro, que sí está adherido al Insabi pero no le pide la totalidad de los medicamentos que requiere, sino solo un máximo de 32% del presupuesto destinado, ya recibió más de la mitad de lo solicitado, 3 millones 189 mil 113 piezas de 6 millones 261 mil 045, explica la secretaria de Salud de esta entidad, Martina Pérez Rendón.
 
Sin embargo, Querétaro solicitó una cantidad más baja de fármacos que la mayoría de los estados.
 
En el caso de Michoacán requirió 26 millones 158 mil 250 y solo le han mandado 7 millones 464 mil 532. 
 
La situación genera molestia entre directivos del sector, que advierten que en otros años el avance era de 50% al llegar al cumplirse el primer semestre.
 
Hasta antes de 2018, se acostumbraba que se surtiera una cantidad de medicamentos por mes, pero para el cierre del primer semestre ya se llevaba al menos el 50% del total pedido para todo el año. Ahora no se llegó a ese porcentaje ni al cierre de julio, de acuerdo con directivos de la industria farmacéutica, 
 
Estos números de piezas solicitadas y entregadas se refieren solo a la compra que hizo por su cuenta el Insabi, cuya convocatoria a licitación pública internacional para la adquisición de 564 claves de medicamentos y bienes terapéuticos para 2022 se publicó el 24 de noviembre de 2021. 
 
Esta licitación consolida requerimientos de IMSS, ISSSTE, Secretaría de Marina, Secretaría de la Defensa Nacional, Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, Insabi, Órgano Administrativo Desconcentrado Prevención y Readaptación Social, la Comisión Coordinadora de Institutos y los 26 estados adheridos al Insabi.
 
En esta convocatoria no participa la Oficina de Naciones Unidas de Servicios para Proyectos (UNOPS), a la que el gobierno encargó las compras consolidadas de medicamentos desde 2021.
 
Ante la interrogante al Insabi de por qué no fue con la UNOPS en esa licitación,  la respuesta de la oficina de Comunicación fue que, desde la compra 2021, la UNOPS se comprometió a adquirir unos medicamentos y otros no, como fue el caso de la mayor parte de los oncológicos, de los que se encarga el propio instituto. 
 
Pérez Rendón, la secretaria de Salud de Querétaro, señala que, pese a todo, este año el abasto de medicamentos va mejor que el pasado, cuando debido a los retrasos apenas alcanzaron a surtir un 60% de las recetas a los pacientes. 
 
“Este año hemos tenido un abasto más regular; entre lo que nosotros hemos adquirido y lo que nos ha llegado de Insabi, hemos logrado tener un surtimiento en las recetas de entre 80 y 90%, porque esto varía de unidad médica a unidad médica. Y sí, aunque compremos nosotros hemos tenido desabasto, porque los procesos de compra llevan su tiempo”, explica. 
 
La funcionaria  indicó que el retraso del año pasado fue tal que apenas el mes pasado terminaron de recibir lo atrasado de 2021. “Hace un año, las piezas de medicamentos pedidas a Insabi empezaron a llegar en junio, cuando debían haber empezado a llegar en enero, y al cierre de ese año nos avisaron que terminarían de enviarlas hasta el siguiente”. 
 
Rafael Gual, director ejecutivo de la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), explica que hasta 2018 se hacía una sola compra consolidada, realizada por el IMSS, pero ahora las compras del gobierno se han pulverizado y las hacen tanto el Insabi con la UNOPS como el Insabi solo, además de IMSS, ISSSTE, delegaciones en los estados, los propios estados y hasta los hospitales. 
 
“En febrero de 2021, el Insabi mandó un oficio a las instituciones, que fue un ‘sálvese quien pueda’, para que salieran a comprar los medicamentos que les hacían falta (ante el retraso en la compra consolidada de UNOPS-Insabi) y eso ha sido la tónica desde entonces, con un alto porcentaje de adquisiciones por adjudicación directa y no por licitación, que es como deben hacerse”, explica Gual.  
 
En 2018, precisa el directivo de Canifarma, el consumo mensual de medicamentos en las instituciones del sector salud mexicanas era de alrededor de mil 800 millones de piezas al año,150 millones por mes. “Lo que refleja la demanda de los estados para esta compra del Insabi es apenas lo que se requiere para dos meses, y no han surtido ni la mitad”. 
 
Coincide con él Carlos Ramos, director ejecutivo de la Asociación Nacional de Distribuidores de Insumos para la Salud (Andis), quien señala que, aunque la administración federal dijo que se haría este año la mayor compra consolidada de medicamentos y material de curación, lo que se ha generado es una fragmentación de la compra y mucha opacidad. 
 
“Ya no se sabe quién compra qué y para qué periodo. Ya no hay transparencia. Hay mucho desorden. Llegas con un medicamento a una institución y te dicen ‘ah, ese ya lo compramos’, lo regresas a Insabi y te dice ‘ah, déjame ver a dónde lo mandamos’”, expone Ramos. 
 
Otros ejecutivos de la industria farmacéutica que pidieron omitir sus nombres, por temor a represalias del gobierno, aseguran que otro gran problema es el atraso en los pagos, tanto a los laboratorios farmacéuticos como a los operadores logísticos. Afirman que hay casos de retrasos de hasta año y medio. 
 
Sin embargo, sostienen que el retraso en los pagos no es por falta de presupuesto, sino por descoordinación. Afirman que el Insabi tardó un año en montar una plataforma para el cobro, después todavía se tardó en organizarla y hoy de todas formas no hay un sistema eficiente de pagos.  
 
Los ejecutivos aseguran que esta no es la causa del retraso en las entregas de los medicamentos a los estados, porque los laboratorios y los operadores logísticos, aunque no hayan cobrado, tienen que entregar o de lo contrario los penalizan. 
 
Ramos dice que la probable causa de los retrasos es el desorden y la descoordinación que se ha generado. “En ocasiones, los operadores logísticos reciben órdenes de entrega, se hace la entrega a los almacenes estatales, pero no los reciben porque están saturados o las instituciones estatales o las unidades clínicas ya compraron el producto. No sabemos si ese es el único motivo del retraso, pero observamos descoordinación para la solicitud y entrega de productos”. 
 
Gual señala que el Insabi contrató para las entregas a nivel nacional solo a cinco operadores logísticos, que en algunos casos no tienen la infraestructura suficiente ni la capacidad para recibir y llevar los medicamentos a todos los almacenes de los estados. “Por eso el IMSS prefirió hacer su propia licitación y descalificó hasta a Birmex”, advierte el director ejecutivo de Canifarma.
 
Foto: Archivo-e
LSM

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