El ex presidente de México, Luis Echeverría Álvarez, el único mandatario mexicano que fue llevado ante la justicia por los delitos de lesa humanidad y genocidio, murió la noche del viernes a los 100 años de edad. Ha sido el exmandatario más longevo del país.

Echeverría Álvarez fue Secretario de Gobernación del presidente Gustavo Díaz Ordaz, ambos señalados en la historia por la matanza de estudiantes.

Como titular de Gobernación estuvo involucrado en la Masacre de Tlatelolco y ya como presidente, en la Matanza del Jueves de Corpus “El Halconazo”, donde al menos 50 estudiantes fueron asesinados.

Pese a haber impulsado la llamada “guerra sucia”, a través de la cual emprendió una persecución contra los opositores al sistema, le fueron retirados en 2019 los cargos de lesa humanidad y genocidio por falta de pruebas.

Aunque la familia no lo ha confirmado, trascendió que el funeral será en la agencia Gayosso de Santa Fe, ubicada en la alcaldía de Cuajimalpa en la Ciudad de México.

Su abuelo fue el médico militar Francisco de Paula Echeverría y Dorantes. Sus padres fueron el tapatío Rodolfo Echeverría Esparza y Catalina Álvarez Gayou, de la capital mexicana.

Álvarez Echeverría nació en la Ciudad de México en enero de 1922 y años más tarde estudió la preparatoria en Derecho y Ciencias Sociales en la Universidad Autónoma de México. Así como la licenciatura en la Escuela de Jurisprudencia.

Se casó con María Esther Zuno Arce, hija de José Guadalupe Zuno Hernández, gobernador de Jalisco de 1923 a 1926. La pareja procreó ocho hijos: Luis Vicente, María del Carmen, Álvaro, María Esther, Rodolfo, Pablo, Benito y Adolfo.

Tres de ellos murieron de forma trágica. En 1983, Rodolfo se ahogó en la alberca de sus padres producto de una embolia. En 2013, el primogénito por complicaciones en el corazón. Y, en mayo de 2020, Álvaro Echeverría se suicidó.

Además de tener una familia con 19 nietos y 14 bisnietos, el priista tras su paso por la Presidencia de la República obtuvo propiedades en Playa del Carmen, Cuernavaca, Guanajuato y Zihuatanejo.

Foto Cuartooscuro

clh