Hoy en día, somos millones de personas las que vivimos conectadas a más de un dispositivo ya sea por trabajo o por ocio. Grabar pantallas se ha vuelto la manera que tenemos de poder guardar aquellas cosas que nos importan.

Hay muchos hechos y momentos que suceden que nos gustaría poder guardar para volver a verlos por los motivos más diversos. Ya sea que se trate de una buena clase, o la manera de resolver de forma sencilla un problema en un programa específico que aún no conocemos, o por qué no, una conversación con alguien a quien queremos mucho, las situaciones que nos llevan a grabar nuestras pantallas son diversas.

Y es que lo cierto es que los programas para grabar pantallas resuelven gran parte de los problemas que en la cotidianeidad se le presentan a la gran mayoría de las personas. Además, pueden dotar de un recurso valioso a quienes necesitan ayudar a solucionar los dilemas del día a día.

Pero esto es mucho más profundo de lo que parece. Los programas para grabar pantallas no solo nos sirven para el ámbito educativo. Grabar pantallas también puede servir para aportar a la salud de las personas, ya que se vuelve un registro valioso para comprender hábitos y consumos. Y en ocasiones inesperadas, pueden ayudar a tener registro de situaciones delicadas que requieren que unos terceros intervengan.

Clases accesibles siempre y en cualquier lugar

No lo neguemos. El mejor uso que se le puede dar a los programas para grabar pantallas es en el ámbito educativo. Y esto sirve tanto para docentes como para estudiantes. La pandemia en su momento nos obligó a tener que adaptarnos al mundo digital de forma muy rápida, y cursar una carrera se convirtió en un híbrido que nos quitó la posibilidad de entender presencialmente cómo aprender ciertos procesos, entender programas y demás dificultades.

En este punto, los programas para grabar pantalla se volvieron esenciales, ya que permitieron que los docentes pudieran explicar mostrando ellos mismos como realizar diferentes acciones en sus computadoras.

Y para los estudiantes, significó la posibilidad de grabar sus clases dictadas en programas de videoconferencia, y volver a ellas todas las veces que fueran necesarias. Pero también, es la posibilidad de grabar aquellas cosas que suceden en stream y que por alguna u otra razón, terminan perdiéndose, por lo que resulta una buena manera de tener un back up de registro de clases, talleres, conferencias.

Los programas de grabación de pantalla pueden ayudar contra la violencia

Mientras impartía clases de inglés, una docente de la Universidad Autónoma del estado de México fue violentada por quien fuera su pareja. En un video que supo ser viral, podía verse cómo la profesora se encuentra dictando clase hasta que se escucha de manera repentina a un hombre que le grita que deje su computadora. Mientras el hombre amenazaba a la mujer, ella le imploraba pidiéndole por favor que le dejara continuar con sus clases.

Esta situación inesperada y alarmante, sucedió mientras todos los estudiantes escuchaban perplejos cómo era violentada su profesora. Por eso, una alumna se animó a preguntar a la profesora si se encontraba bien, incluso cuando se escucharon situaciones que parecían ser forcejeos. La agresión no solo habría sido verbal, sino también física.

La viralidad de este video se debe a varias razones. En primer lugar, los propios estudiantes fueron los primeros en solidarizarse con su profesora. Pero en segundo lugar, y por ello también, muy importante, hubo alguien que se encontraba grabando la pantalla en el momento correcto. Solo gracias a eso, la cruda violencia que sufrió la docente pudo trascender las cuatro paredes de su casa, y así recibir el apoyo de su comunidad y la ayuda que necesitaba para terminar con esa situación.

Ni de más está decir que gracias a esa grabación se pudo imputar al hombre que violentaba a esta mujer, demostrando que las grabaciones de pantalla pueden ayudar de maneras inesperadas, incluso, contra la violencia de género. No solo sirven como un recurso educativo, sino que también sirven como apoyatura para un recurso judicial.

Grabar pantalla para entender mejor nuestros hábitos

Todas nuestras actividades están mediadas por nuestros móviles inteligentes: hablamos, compramos, nos divertimos, recordamos todo a través de esas pequeñas pantallas. Por eso, no es extraño plantear que gran parte de nuestra salud mental también depende del uso que le damos a nuestro móvil.

Por eso, proyectos como el Screenoma humano se propuso entender cómo impactan las nuevas tecnologías sobre nuestra salud mental. Y para ello, utilizan un software para grabar las pantallas de los dispositivos de aquellos usuarios que deciden participar y consienten ser grabados.

Estas capturas se toman cada 5 segundos y ayudan a entender mejor qué nos sucede cuando interactuamos con nuestros dispositivos, cómo eso afecta a nuestro desempeño laboral, y cómo solemos consultar notificaciones innecesarias, más de lo que debíamos.

Algunos de los datos recopilados pueden ser sorprendentes. Hoy, los jóvenes no pasan más de 20 segundos en una aplicación, y los casos en que están más de 20 minutos en un mismo lugar son los casos menos usuales. Este rápido salto entre aplicaciones es una de las características más llamativas del nuevo mundo digital, permitiendo que este tipo de experiencias puedan ser “pausadas y reanudadas”.

Pero también, estos estudios sirvieron para reforzar la teoría de que cuanto mayor es la exposición que se tiene a estas tecnologías, peor es el estado de ánimo de los usuarios, que se ve reflejado en sus hábitos.

Varios de estos hábitos se comprenden según qué aplicaciones usamos, en que momento las usamos y durante cuánto tiempo. Por esto, se pueden desprender conclusiones que permiten comprender el uso correcto potencial de estas tecnologías como los usos poco saludables.

El haber podido grabar estas pantallas permitió a Screenoma poder conocer con mayor precisión cada huella digital. Este conocimiento es muy valioso para que se puedan pensar intervenciones futuras que aporten a mejorar nuestro propio bienestar.

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mala/clh