La FIFA trabaja con diversos miembros para el desarrollo del fútbol femenil a nivel global.

 

El fútbol femenino ha ido ganando terreno y adeptos, lo que ha permitido que niñas y adolescentes mujeres sueñen y hagan realidad ese sueño de convertirse en jugadoras profesionales.

 

“Para mí era super normal jugar al fútbol desde pequeña. Pero al final te das cuenta de la diferencia que había: los niños que empezaban podían tener el sueño de llegar a ser profesionales, yo no. Cuando te preguntaban qué quieres ser de mayor, los niños podían decir futbolista y las niñas no, porque eso no existía. Esa es la gran diferencia. Yo jugaba, disfrutaba y ya está, no me ponía la meta de ser profesional", compartió Alexia Putellas, Balón de Oro y The Best, líder del Barcelona femenil y de la selección de España.

 

El primer club de mujeres, que data de 1894 y que se dio en Londres, no fue aceptado por dicha federación. Al pasar los años, la federación inglesa prohibió a sus miembros apoyar o jugar partidos contra mujeres.

 

 

En noviembre de 1992, la FIFA celebró el primer Mundial en la historia del fútbol femenil, teniendo a Estados Unidos como el primer país en alzar el título tras ganarle 2-0 a Noruega. La selección de Suecia fue tercera.

 

 

 

El auge del Mundial femenil fue creciendo con el paso de las ediciones. En 2015, alrededor de 70 millones de televidentes vieron el torneo.

 

Para el máximo órgano del fútbol, la competencia juega un papel estratégico: tiene pensado duplicar el número de jugadoras a 60 millones en 2026.

 

 

"El objetivo es empoderar a nuestras federaciones miembro para seguir acelerando el crecimiento del futbol femenino a nivel global", mencionó Arijana Demirovic, responsable de Desarrollo del Futbol Femenil de la FIFA.

 

Foto: Archivo-e

LSM