“Se estima que el impacto económico de la violencia en México fue de 4.9 billones de pesos (243,000 millones de dólares) en términos constantes en 2021, lo que equivale al 20.8% del PIB de México. Sobre una base per cápita, el impacto económico de la violencia fue de 38,196 pesos por habitante”, informó el IPM.

 

 

El impacto económico de la violencia fue más de siete veces mayor que las inversiones públicas realizadas en atención médica y más de seis veces mayor que las realizadas en educación a nivel nacional”, añadió.

 

A través de tres indicadores, el IEP obtiene el dato de impacto económico: costos de protección personal y empresarial, violencia interpersonal, y gasto gubernamental en seguridad.

 

El informe expuso que si bien la paz en México mejoró en un 0.2% en 2021, el segundo año consecutivo de mejora luego de cuatro años consecutivos de deterioros, con indicadores como la tasa de homicidios que cayó un 4.3%, si se compara con 2015 existe un marcado deterioro de la paz.

 

“La paz en México se ha deteriorado en un 17.1%, con muchos indicadores de delitos significativamente más altos que hace siete años. La tasa de homicidios en 2021 fue un 76.3% más alta que en 2015. Si bien la tendencia de los homicidios ha mejorado en los últimos dos años, estos se mantuvieron en niveles históricamente altos en 2021, con 26.6 muertes por cada 100,000 habitantes, o más de 34,000 víctimas. Esto equivale a aproximadamente 94 homicidios por día”, detalló.

 

Carlos Juárez, director en México del IEP, señaló en la presentación del informe que la tasas de homicidio en México equivale a la octava más alta del mundo.  

 

El Índice de Paz México recordó que el gobierno mexicano redujo el gasto en seguridad pública y en el sistema judicial en 8.5% y 3.3%, respectivamente, y aumentó el gasto militar un 14.7% a casi 167,000 millones de pesos, el nivel de gasto más alto registrado en el país.

 

El estudio mencionó que la violencia en México está vinculada a la expansión territorial rápida y violenta preponderantemente del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), así como la proliferación de grupos delictivos más pequeños y la diversificación de la actividad delictiva.

 

“También ha habido cambios importantes en el tipo de drogas que las organizaciones delictivas mexicanas han movido a nivel internacional en la última década, ya que el tráfico de mariguana ha caído en picada, mientras que el tráfico de fentanilo ha aumentado considerablemente (870% desde 2016)”, refirió.

 

Los estados que registraron en 2021 los mayores deterioros en sus tasas de homicidios fueron Baja California, Guanajuato, Michoacán y Zacatecas, ya que fueron escenario de continuos conflictos entre cárteles y donde múltiples organizaciones delictivas compiten por el territorio y las rutas clave del narcotráfico.

 

El documento indica que las muertes atribuidas a los conflictos de cárteles aumentaron de 669 en 2006 a más de 16,000 en 2020.

 

En contraste, Yucatán repitió como el estado más pacífico de México, seguido de Tlaxcala, Chiapas, Campeche e Hidalgo.

 

 

En estos últimos estados, la tasa promedio de homicidios fue de 73 por cada 100,000 habitantes, en comparación con 8.2 por cada 100,000 en los cinco estados más pacíficos.

 

Así mismo el informe asevera que a medida que la violencia causada por la delincuencia organizada se intensificó en partes del país, el número de personas desplazadas aumentó el año pasado. Desde 2016, más de 117,000 personas fueron desplazadas internamente, y al menos 44,905 ocurrieron en 2021.

 

La mayoría de estos desplazamientos se dieron en Guerrero, con más de 21,800 desplazamientos, seguido de Chiapas y Michoacán con más de 14,900 y 12,900 desplazamientos, respectivamente.

 

 

México sigue siendo uno de los lugares más peligrosos del mundo para ser periodista. Desde 1994, 142 periodistas y trabajadores de los medios fueron asesinados, y la mayoría de estos asesinatos no fueron procesados”, alertó. 

 

También resaltó que el asesinato de miembros de las fuerzas de seguridad, figuras políticas y periodistas sigue siendo una gran preocupación en México, ya que más de 400 policías fueron asesinados en 2021; el 52% fueron policías municipales, seguidos de la policía estatal (39%) y miembros de fuerzas federales (9%).

 

Foto: Archivo-e

LSM