En una balsa emprendieron el viaje 20 personas, pero el motor se averió por lo cual 15 desistieron y regresaron nadando a la isla de Cuba. Mientras que cuatro hombres y una mujer decidieron continuar y dejar a la fuerza y rumbo de las corrientes marinas la posibilidad de llegar a las playas o a algún muelle de la ciudad estadounidense de Miami.

Después de horas a la deriva, entre Florida, las islas Bahamas y el Golfo de México, ya con escasa agua y comida, lograron divisar en el horizonte un gran crucero turístico, por lo que uno tomó su playera blanca y la hizo ondear en señal de auxilio.

Personal de la embarcación los subió, les aplicó pruebas Covid y les entregó ropa seca, así como agua potable y alimentos durante su travesía por el mar Caribe, con destino a la isla de Cozumel en México.

La tarde del 5 de abril, previo a su desembarque en el caribe mexicano, las autoridades del crucero establecieron contacto con la Secretaría de Marina (Semar), para informar lo sucedido y poder dejar bajo su custodia a la y los náufragos de origen cubano.

Fueron trasladados por Semar a sus instalaciones y después a Puerto Aventuras, zona continental del estado de Quintana Roo, donde elementos de la Subrepresentación del INM en Playa del Carmen a las instalaciones de una estancia provisional, donde se les brinda atención y alojamiento mientras se resuelve su situación migratoria.

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NRL