Referente al caso de los normalistas de Ayotzinapa en 2014, el Ejército y la Marina de México supieron que 43 estudiantes serían secuestrados por criminales y ocultaron información clave que podría haber conducido a su ubicación, según el nuevo informe del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI).

El GIEI reveló que la Secretaría de Marina (Semar) y el Ejército mantuvieron en secreto que los estudiantes y los criminales eran vigilados en tiempo real, incluyendo el momento cuando los jóvenes fueron atacados por policías y delincuentes.

“Autoridades de seguridad tenían en curso dos procesos de inteligencia, uno en seguimiento a las acciones del crimen organizado en la zona y otro sobre los estudiantes”, reveló el  informe del GIEI.

Esto pudo conocerse a través de los documentos desclasificados en noviembre pasado, que refieren a los eventos ocurridos la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014 cuando los jóvenes iban a ir a una protesta en Ciudad de México.

“Es tan difícil comprender cómo y por qué ese seguimiento cesó en horas cruciales cuando ocurrió la desaparición forzada”, agregó el informe sobre lo ocurrido en Iguala, Guerrero.

El informe revela conversaciones de militares informando a sus superiores los pasos que seguían los alumnos hasta que llegaron a Iguala, Guerrero. 

Las Fuerzas Armadas negaron por años que tuvieran información sobre operaciones realizadas ese día y sobre  los estudiantes aún desaparecidos, dijo el informe. “Interceptaciones de comunicaciones (…) podría haber guiado la búsqueda de los estudiantes”, agregó.

Alejandro Encina, subsecretario de Derechos Humanos, observó tras escuchar la conferencia de los investigadores el lunes que “el Ejército está colaborando” aunque faltan detalles. “Se atenderán las peticiones (del GIEI)”.

El Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes obtuvo por primera vez varios videos que estaban en poder de la Semar sobre el caso. En uno de ellos se muestran operaciones por aire y tierra no incluidas, hasta el momento, en las averiguaciones oficiales.

En uno de estos videos se observa a supuestos efectivos militares manipulando bultos que sacan de dos camionetas a un basurero del municipio Cocula, donde autoridades mexicanas dijeron inicialmente que los estudiantes fueron incinerados y sus restos arrojados a un río. Luego se ve a otros agentes encender una hoguera, en la misma zona. 

La grabación fue fechada un mes después de la desaparición de los estudiantes, según el nuevo informe.

Existen más de 100 horas de videos pero las personas responsables de la investigación se concentraron en revisar sólo los del 27 de septiembre.

La versión de que ellos fueron incinerados y que el Gobierno anterior llamó la “verdad histórica”, fue desechada poco después por los expertos del GIEI.

En el 2015, comenzaron a coadyuvar en el caso luego de varias denuncias de irregularidades en la investigación oficial.

El GIEI comunicó que para obtener el nuevo material y otros documentos en manos de militares y fuerzas de seguridad fue necesario pedir la intervención del presidente Andrés Manuel López Obrador.

“La destrucción y pérdida de información y la falta de respuesta durante tres años después de la salida del GIEI en 2019 han hecho todo el trabajo más complicado y comprometen gravemente las posibilidades de un pleno esclarecimiento del caso”, admitió el GIEI. “Algunas personas clave que intervinieron han muerto o han sido asesinadas”, sumó.

En 2019 el gobierno de López Obrador dijo que la investigación sería reiniciada de cero. Hasta ahora nada se sabe del paradero de los estudiantes de la escuela rural normalista de Ayotzinapa.

Al final de la conferencia, parte de los padres y madres de los jóvenes desaparecidos, portado carteles con las fotos de sus hijos, entonaron la frase que han venido pronunciando todos estos años: “porque vivos se los llevaron, vivos los queremos”.

Foto: Archivos-e

LSM