Aunque su presencia ha sido puesta en duda, todo apunta a que la reina Isabel está lo suficientemente sana para no perderse de uno de los compromisos más importantes para ella este año: el homenaje a su esposo, el duque de Edimburgo, por su primer aniversario luctuoso.

Han habido especulaciones con respecto a si la monarca, que cumplirá 96 años en abril, estaría lo suficientemente recuperada para asistir al evento. Hace sólo unos días debió de cancelar de última hora su participación en el servicio religioso por el Día del Commonwealth.

En ese caso en particular, solicitó a su heredero, el príncipe Carlos, que la supliera. Muchos se preguntaron si en realidad la monarca se estaba “reservando” para llegar a la cita que más tiene significado para ella este año, el servicio de acción de gracias para el duque, a llevarse a cabo el 29 de marzo.

Hoy, durante un evento en el castillo de Windsor, residencia que la monarca eligió sobre el Palacio de Buckingham, se le vio sonriente y saludable.

Fotografía: el mundo

pot