Diputados locales aprobaron una reforma a la Ley de Educación para garantizar que se lleve a cabo la impartición de contenidos de forma no presencial, esto con la finalidad de que las y los estudiantes de diferentes niveles educativos no vean limitado su desarrollo cognitivo, en caso de una emergencia sanitaria o desastre natural.

 

Establecieron que en caso de una declaratoria de emergencia que provoque la suspensión de clases presenciales, obligará a la autoridad educativa a establecer los mecanismos para garantizar la continuidad en los planes de estudios establecidos para cada nivel.

 

La reforma establece que será la Secretaría de Educación Pública en colaboración con la de Salud y la Coordinación Estatal de Protección Civil, quienes se encarguen de realizar un estudio de viabilidad en el que se establecerá si existen las condiciones necesarias para un retorno a las aulas seguro, priorizando la seguridad, salud e integridad física de los educandos, personal docente y administrativo.

 

Si la contingencia impide a las y los maestros acudir a los planteles educativos por más de 15 días, la autoridad educativa correspondiente deberá garantizar la impartición de contenidos por los medios que considere necesarios.

 

La reforma también señala que durante el tiempo de suspensión de las clases presenciales, el Estado deberá brindar una educación de calidad procurando ser equitativa para todos los educandos, considerar un plan de acción para aquellos casos en que existan dificultades para acceder a recursos tecnológicos.

 

Deberá combatir el rezago educativo que exista posterior al regreso a clases presenciales; y llevar un control de datos respecto a la deserción escolar.