Atlixco, Pue.- Este 2 de febrero, día de La Candelaria, decenas de familias de la ciudad acudieron a las diversas iglesias católicas con el fin de cumplir el mandato del Niño Dios: vestirlo y llevarlo a bendecirlo. Y después dar paso a los tamales o las enchiladas.

Por ejemplo en San Agustín, el segundo recinto más grande e importante de Atlixco, desde las siete de la mañana arribaron los primeros festejados con ropa, gorro, zapato y hasta objetos como collares y medallas nuevos.

Después de un año sin poder salir de casa en esta fecha por el segundo confinamiento y ola de Covid 19, la familia Peláez estaba emocionada por reafirmar la confianza en esa figura.

Uno de ellos cargó entre sus brazos al Niño Dios de más de cinco kilos de peso al salir de la misa. “Ya cumplimos, tal y como hizo con nosotros al cuidarnos de la pandemia. Es momento de los tamales y el atole”, afirmó mientras camina hacia la salida del templo.

Los encargados de San Agustín adelantaron en la misa de las 9 de la noche ese lugar estará igual de lleno que durante la mañana. “Y llegan de muchas partes de la ciudad y hasta de otros municipios”, acotaron.

Foto: Lena Velázquez

cdch